Le guste o no, las películas de Kingsman se han deleitado al ser películas maníacas, caricaturescas e hiperviolentas que las ha hecho destacar frente a sus primos de películas de espías, como las de James Bond y Mission: Impossible. De alto octanaje y muy estilizada, el choque entre la violencia grosera y una dedicación profesada a los modales fue divertidamente discordante. Después del éxito de las dos entregas anteriores, The Secret Service y The Golden Circle, Vaughn y el estudio pensaron en retroceder el reloj creando una precuela que le muestra a la audiencia cómo la agencia de superespías llegó a ser con The King’s Man (nota la diferencia en el título con el apóstrofe para asegurarte de que entiendes que es una precuela). ¿El resultado? Una película bastante divertida que quiere ser varias cosas a la vez.
Lord Orlando Oxford (Ralph Fiennes), un exsoldado que se opone abiertamente a la guerra en todas sus versiones, está decidido a cumplir una promesa a su difunta esposa de asegurarse de que su hijo Conrad (Harris Dickinson) nunca sepa los horrores que se producen cuando una persona participa en ella. Cuando un grupo oculto amenaza a millones al orquestar una guerra global diferente a la que el mundo ha visto para tomar el poder y destruir Gran Bretaña, Conrad busca salir de la sombra de su padre en dicha guerra. El joven pronto descubre que su “tímido” padre pelea a su manera, llevando la pelea a los que dan órdenes y perdonando el derramamiento de sangre de compatriota. Enfrentando a personajes como Mata Hari (Valerie Pachner), Erik Jan Hanussen (Daniel Brühl) y Grigori Rasputin (Rhys Ifans), la película plantea la siguiente pregunta: ¿puede la nueva agencia despejar el tablero de oponentes antes que todos los aliados de Gran Bretaña y hasta el mismo país fuesen derrotados?
Lo bueno
Padre e hijo: Si bien esta franquicia no sea necesariamente el escaparate de un actor, Ralph Fiennes hace justicia a su parte al brindar caballerosidad y traer la clase necesaria para lograr su personaje, equilibrando ambos aspectos de ser un hombre peligroso cuando se le provoca y un padre que solo quiere lo mejor para su hijo. Por otro lado, Dickinson también es caballeroso pero quiere hacer cualquier cosa para luchar por su país, para consternación de su padre. Si hay algo que gana en esta película es esta dinámica en el centro de la película que es la dinámica y la fricción padre/hijo. Claramente se aman y se respetan, pero hay tantas cosas que Conrad quiere hacer y ser que cuando se toman ciertas decisiones en la película, sientes el peligro que asume, pero también quieres que vuelvan a estar juntos y disparen a todos los malos ellos pueden encontrar. En esencia, la película tiene ese equilibrio tanto físico como emocional, lo cual es un ancla importante para la atención de su audiencia aparte de los tiros y matanzas.
Rasputin: Ampliando más el comentario de que “la franquicia que no es el escaparate de un actor” mencionado anteriormente, las películas de Kingsman son mucho más conocido por las actuaciones llamativas de sus villanos, como el villano de Samuel L. Jackson con un ceceo muy notable y la mamá bloguera de Julianne Moore. Y aunque puede que no sea el gran villano de la película, es el Rasputin de Rhys Ifan el que probablemente será el personaje más memorable de esta película. Ifans mastica el escenario como Rasputín mastica un bizcocho completo: en grandes bocados y dejando caer las migajas por toda su barba. Esta es una actuación sin límites que no necesariamente sabes si es fantástica o surrealista, pero sabes que el actor está dando el 101% de sí mismo con el papel. Y su coreografía de acción … pongámoslo de esta manera: el/la/lxs que tuvo/tuvieron la idea de que necesitaba moverse con sus cuchillos como si estuviera bailando ballet es un maldito genio/a/x.
La primera mitad: Es posible poder dividir The King’s Man en dos mitades contrastantes, siendo la primera mitad la más fuerte de las dos. Aparte de las implicaciones históricas que están ocurriendo para que la película pueda suceder, también tiene muchos más elementos de espionaje por los que la franquicia es conocida, pero sin los dispositivos más avanzados que tienen las esas que son más modernas. También es la mitad que tiene las peleas más absurdas, como la pelea de Rasputín mencionada anteriormente. Esta mitad no es necesariamente tan loca como las otras películas (cabezas explosivas, soldados que arrojan a personas dentro una picadora de carne, Elton John apareciendo de la nada) porque la Primera Guerra Mundial no fue exactamente un momento divertido en la historia de la humanidad, pero es simplemente lo suficientemente absurda para que uno diga que definitivamente es parte de la misma franquicia.
Lo malo
La segunda mitad: Una vez que la película entra en la sección de guerra es cuando sientes que estás en una película completamente diferente a la que estaba ocurriendo en la primera mitad. Hay una diferencia incluso en cómo se ve y se mueve la película, luciendo mucho más como 1917 o la primera película de Wonder Woman (ambas ambientadas coincidentemente durante la Gran Guerra y películas superiores). Pero luego te sumerges profundamente en la historia y comienzas a ver una película luchando consigo misma. Vaugn quiere mantener la elegancia y la apariencia de una película de Kingsman, pero coloca una gran sección de la película en medio de las trincheras. Quiere hacer una película antimilitarista, pero uno de los personajes principales es el primero en apuntarse a una. Quiere hacer una película de Kingsman más adulta, pero de repente las cabras se convierten en un deus ex machina muy importante. Hay un momento en la película que ciertamente es importante para que ocurra el último tercio y en realidad es bastante impactante para varios personajes, pero se siente que el período previo a ese momento, que tuvo mucha energía, se eliminó al comienzo de esta sección. The King’s Man comienza a ser cada vez más inverosímil e incluso un poco agotador.
Honestamente, tenía mis dudas sobre qué calificación darle, si C+ o B-. Pero pensándolo bien, si bien contrasta enormemente en tonos hasta el punto en que se siente como dos películas diferentes, los aspectos positivos, como la dinámica padre / hijo, la primera mitad y, por supuesto, Rasputín, definitivamente superan lo negativo. The King’s Man no es la mejor película de la franquicia, pero definitivamente es la más madura. ¿Eso funciona totalmente a su favor? Quizás no para el espectador que esperaba muchos chistes porque eso es lo que la franquicia le ha dado hasta ese momento. Pero para aquellos que buscan un escape de todo lo que está sucediendo en el mundo, esta película ciertamente puede ayudar (pero use sus máscaras faciales. Los queremos sanos y salvos).
Rating: B-