Donald Trump reconoció que puede ser flexible en algunas de sus posturas políticas, migratorias, o internacionales, con el objetivo de lograr los mejores acuerdos.
En el debate republicano, Trump fue “acorralado” por sus rivales Ted Cruz, Marco Rubio y John Kasich, quienes le exigieron asumir una posición seria en temas como la crisis migratoria, las guerra en Afganistán y los refugiados sirios.
En uno de los segmentos del debate, los moderadores de Fox News presentaron un clip con declaraciones contradictorias de Trump. El senador texano Ted Cruz también le cuestionó su respaldo a un programa de asistencia para mujeres que quieren abortar.
Trump afirmó que sus principios son conservadores y que no le está mintiendo a sus seguidores, pero reconoció que constantemente se encuentra en un periodo de “cambio”, en temas como el otorgamiento de visa a trabajadores extranjeros calificados.
“Soy una persona muy sólida en sus bases. Pero nunca he conocido a una persona exitosa que no tuviera cierto grado de flexibilidad”.
Pero el principal tema que fue tratado respecto a la seriedad de las declaraciones de Trump fue una entrevista que le concedió al New York Times.
De acuerdo con Buzzfeed, en esa charla, Trump, que inició su campaña afirmando que México sólo manda violadores y secuestradores a EU, podría haber revelado que sus propuestas respecto a un muro en la frontera y la deportación de 11 millones de personas, sólo formarían parte de una estrategia electoral.
El neoyorquino afirmó que la charla con el NYT fue concedida bajo la condición de confidencialidad, por lo que no puede ser revelada a menos que él lo autorice. Trump dijo que no ve porqué se deba romper esa condición y que no revelará el contenido de la plática.
Trump reiteró que el muro en la frontera es una factor determinante de su campaña, por lo que, aunque considera que se debe “dar y ceder” en toda negociación, la construcción de la barrera con México es un hecho.
Su “flexibilidad” fue tema de una parte importante del debate, e incluso provocó una broma de Marco Rubio, quien interrumpió una discusión entre Trump y Cruz, para responder una pregunta, y aprovechó para hacer referencia a que la discusión podría convertirse en un ejercicio de yoga, debido a la flexibilidad de Trump.