¡Salamaya!

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En la mañana del pasado domingo, 25 de febrero, la congregación de la Iglesia Fuente de Agua Viva se reunió después del segundo servicio, para celebrar la demolición simbólica del templo devastado por el huracán María el pasado 20 de septiembre del 2017.

Pastores, líderes congregacionales y familias que han sido feligreses de dicha iglesia por generaciones, atendieron la emotiva ceremonia que cierra una etapa y da paso una nueva, como dijera el pastor Otoniel Font, en entrevista con algunos medios del país que se dieron cita a la actividad.

Según el comunicado, la devastación del templo no impidió la labor social que realiza la iglesia post María, como la repartición de miles de almuerzos a familias damnificadas. Además, los pastores junto a su equipo visitaron algunos residenciales donde se repartieron alimentos y artículos de primera necesidad. Otra parte de las ayudas fue dirigida a enviar personas con condiciones de salud delicadas a los Estados Unidos para recibir tratamientos que no podían adquirir por falta de energía eléctrica en la Isla.

Durante la ceremonia, el pastor Otoniel Font compartió con la feligresía una reflexión en la que recordaron a las primeras familias que inauguraron el antiguo templo y que crecieron en él. A su vez afirmó que junto a aquellas generaciones y las nuevas presenciarán la apertura de unas instalaciones nuevas, en las que no solo se impartirán nuevos mensajes de fe, pero también se servirá a la comunidad y a Puerto Rico.  La congregación continúa reuniéndose en el edificio adyacente al templo, los domingos en dos servicios matutinos y los miércoles en la noche.