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Crónicas de un pernil víctima de un apagón

Crónicas de un pernil víctima de un apagón

Miles de familias puertorriqueñas se preparan esta navidad para cocinar ese pernil con el cual deleitarán a sus hermanos, primos, tíos y hasta el vecino cachetero que siempre se cuela.

La nuestra no es la excepción. Desde ya se está descongelando y adobando para no hacer un papelón de última hora. El olor a condimentos y los pasteles ya están listos en el freezer. Tampoco podemos olvidar la botella de coquito que se está enfriando en la nevera y el flan que nos vamos a empujar aunque no nos quepa nada más, porque en esta Navidad, vamos pa’ casa de abuela a comer como si hubiéramos pasado 40 días de ayuno, este día son las verdaderas olimpiadas de comer.

Claro, también debemos dar gracias por nuestras familias, salud y todo eso que se nos olvida con el primer shot de pitorro que le da la bienvenida a las navidades que vamos a celebrar hasta el mes de febrero.

¿Qué nos podría dañar esta época? Absolutamente nada. Estamos bien ready para despedir este 2024 que nos ha metido 11 meses, más rápido que una carerra de Jasmine Camacho Quinn. Junto con los 475 papelones que se han montando en esta tranquila isla.

Llegó el día de Navidad, el pernil ya está ready para su última misión. Vamos a meterlo al horno desde temprano que esto se tarda más que un turno de trabajo y no estamos para perder el tiempo. El pernil lleva como 10 minutos en el horno y de repente…PUM…¡Maldita sea se fue la luz!

Ahora sí que se forma el corre y corre porque por culpa del delicadito sistema eléctrico que tenemos en nuestra isla, el banquete que nos queremos dar va a terminar con una lata de salchichas y galletas. Rápidamente, nos fuimos por el vecindario a ver si todo el mundo andaba sin luz y en efecto sí. Menos una casa que estaba bien prendía con Bombazo Navideño 2 a todo volumen desde temprano.

La envidia nos arropaba con esta gente que estaba como si nada estuviera pasando mientras acá se nos había aguado la fiesta. De repente salió un señor con pandereta en la mano y un fuerte olor a ron caña que gritó: ¡Vengan para acá que tenemos luz!

Entramos y esa casa estaba bien prendía, el horno en todo su apogeo preparando el pernil que pronto degustarían. ¿El secreto de esta familia? Obviamente, tienen placas solares. Eso ya lo sospechábamos, pero no cualquier tipo de placas de esas que se funden de conectar la tostadora. El señor, bien jaquetón y orgulloso del brillo de su casa nos explicó que el secreto es contratar a las empresas instaladoras que trabajan con Sunnova, como es el caso de Power Solar.

Esta gente tienen servicio al cliente 24/7, así que si te pasa como a nosotros y se te va la luz aunque tengas placas, no te van a dejar arrolla’os en medio de tu fiesta de navidad.

Igualmente, están bien monta’os ya que tienen brigadas de servicio en Puerto Rico, no son tres loquitos con un martillo que no te van a ayudar en nada.

Sí, ya sabemos que tienes miedo de que te espeten una mensualidad que sube y sube como si no tuviera fin. Pero relájate, que con Sunnova durante el contrato y al finalizar el mismo el cliente mantiene un pago fijo con seguros y garantías extendidas.

No seas como nosotros, que tu pesadilla no sea tener placas y tener una compañía que no ofrezca servicio en Puerto Rico o peor que no tengan idea de lo que vivimos en el calentón con los huracanes.

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