Regresar a la tierra como precepto puede cumplirse para quienes deseen un sepelio ecológico. En París se sumaron a esta tendencia al inaugurar el primer espacio funerario ecológico en el cementerio de Ivry-sur-Seine, ubicado a las afueras.
Este cementerio ecológico tiene 1.500 metros cuadrados, además de normas claras y estrictas para cumplir su objetivo. La alcaldesa adjunta de París encargada de los espacios verdes, Pénélope Komitès, aseguró al diario Le Parisien que habilitaron esta área para responder a los números pedidos que tienen.
Sin embargo, explicó para poder ser sepultado allí “el cuerpo del difunto no debe someterse a un tratamiento de tanatopraxia, debe descansar en un ataúd de cartón o madera local sin tratar, y sólo se acepta una estela de madera”.
Pero además solo cavan las tumbas a mano, para evitar el uso de maquinarias.
Un final ecológico
Otra regla impuesta es que las urnas no se abren para que los familiares se despidan. Y quienes fueron sometidos a quimioterapia no tendrán cabida en este cementerio ecológico.
Por ahora, en el Ivry-sur-Seine tiene disponible 155 espacios; ya dos fueron ocupados. Pero esperan que más gente conozca el proyecto para abrir las reservas, pues consideran que “el espacio aún no ha encontrado su propio ritmo”.
Este no es el primer cementerio ecológico de Francia, en 2014 fue abierto uno en Niort, una ciudad ubicada al oeste de Francia. Allí, cuenta RFI, “los cuerpos son inhumados bajo los árboles, sin monumentos, o las cenizas pueden ser dispersadas y mezcladas con virutas de madera”.
El próximo en sumarse a esta tendencia será el cementerio parisino de Thiais, que adquirirá su espacio ecológico en 2020.