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No hagas estas charrerías cuando vayas a la playa

No seas esa persona...

tito

Llegaron las esperadas mini vacaciones de Semana Santa, esos días donde conmemoramos el escabroso camino que tuvo Jesús antes de que morir en la cruz… claro, hacemos eso a la misma vez que bebemos ron, comemos Tostitos, escuchamos “Calma” de Pedro Capó y fumamos cannabis medicinal. El lugar favorito de los boris durante esos días de reflexión es la costa, donde miles de personas peregrinan hacia los balnearios y paradores para tener un break de la estrésica y hastiante jornada laboral.

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Ya sea con la familia quejándose por el calor, con los nenes majaderos, con los panas cacheteros o solos, siempre se pasa chuchupán en la playa, sintiendo el agua con orín en los pies y respirando es mezcla de brisa fresca con hamburgers y hotdogs cocinándose en una parrilla desechable. También en la playa se dan una serie se dan una serie de momentos incómodos, así que en El Calce te vamos a decir las charrerías que NO debes hacer. Sigue consejos pa’ que seas el estúpido que daña el día.

4. No invadas el espacio de alguien

Ya sé que saldrán quejándose porque las playas son públicas y bla, bla, bla; pero una cosa es sentarte cerca de alguien porque la playa está explotá, y otras meterte casi en la fucking toalla de otra persona. Si llegaste a la playa tarde, notaste que está bien llena, no pases malos ratos y vete a otra; porque nada dice “estoy relajado” como tener que estar apreta’o porque un ser annoying decidió casi sentarte en tu falda con su nevera, su bulto y su perro.

De hecho, si no encuentra una playa vacía, puede ir a Playa Escondida en Fajardo, que siempre hay espacio libre. Solo tienes que llegar a Seven Seas, ir hasta el final, caminar un par de minutitos y encontrará este hermoso lugar donde podrá dejar caer su anatomía sin estorbar a nadie. ¡De nada!

3. Baja la música, mijo

Sí, está bien chévere eso de poner musiquita en la playa, a la misma vez que te relajas bien chévere, pero una cosa es eso y otra poner una fucking discoteca con trap. Si usted quiere reventar sus oídos escuchando “Secreto” de Karol G y Anuel DD, eso está perfecto; pero hágalo en su carro, porque los demás no están obligados a escuchar sus porquerías. Ya no solo tenemos que bregar con las neveritas con bocinas, sino que ahora venden unas megabocinas que le encantan a los muchachos que usan chancletas con medias.

Si usted cree que la está montando súper ca***n porque tiene la playa prendía con su ruido, mientras se rasca la pipa, exhibe sus tetillas pelúas y se da un buche de cerveza tibia, sepa que la realidad es que está charreando a niveles inimaginables y los demás le están deseando lo peor. No sea esa persona… no la cague más en la vida.

2. Ligar está chévere, parecer un tipo que salio de preso ayer NO

A la playa uno va a esnuarse y a relajarse, pero hay personas que parece que no saben que existe el porno, Tinder y esas cositas, y creen que es genial fijar su mirada sin pestañear en la muchacha que sacó su gistro a pasear.

Amigos, ya no estamos en el 2002 donde solo las modelos de “No te duermas” usaban trajes de baños chiquitos, así que ser ese tipo que no deja de mirar a chamacas cogiendo un tanning solo te hará lucir como un enfermito que no ha visto a nadie esnú en buen tiempo, o vas a parecer que saliste de preso ayer y no puedes controlarte. Incluso, hay algunos que creen en la maravillosa movida de decir “piropos”, porque estos bambalanes juran que a las mujeres les encanta eso. Contrólense, bebos.

1. NO TIRES BASURA

¿Todavía esto se tiene que decir? Corillo, yo sé que ustedes aman este país mucho, y el amor no solo se dice de la boca pa’ afuera. Cuando usted va a la playa, las bolsas de basura son igual de importantes que los 12 pack de cervezas, así que cuando termine de bebérselas, échelas en la bolsa y se las lleva con usted.

No pretende que el municipio, los ángeles o el mismísimo Dios vayan a recoger el reguero de latas y comida que usted llevó. Conservemos nuestras playas que es de las cosas impresionantes que tenemos todavía en el país, y no olviden llevarse también las colillas, que aunque usted vaya a morir pronto por un cáncer, las próximas generaciones merecen disfrutar de la belleza de la playa.

¡Beban, prendan, y pásenla chévere, bebeces!

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