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Toda madre boricua ha dicho una de estas frases:
“Un día de estos no me van a encontrar en la casa”
Cuando tu madre está jarta de paciencia te “advierte” abandonarte. Años más tarde, luego de tener capacitación sobre las consecuencias legales de esto, el Departamento de la Familia hubiese intervenido con mi madre hace rato si lo llegara a hacer.
“Allá tú”
En otras palabras, te está diciendo: “Jó**te, so cab**n. No me voy a hacer responsable de ti si te pasa algo”. Les repito, si esto hubiese pasado de verdad, el Departamento de la Familia hubiera hecho algo al respecto.
“No vas y se acabó”
Para pedirle permiso a tu madre para que te deje salir, necesitas avisarle con 2 días laborables de anticipación. Comparado con tu padre, que te da la decisión en cuestión de minutos. Pero las madres puertorriqueñas son personas difíciles de hacer este tipo de negocio. Y cuando te dicen que no, mejor quédate con ese no porque te pueden hacer algo peor si violas su decisión.
“Aquí mando yo”
¿Y tampoco manda papi? (en el caso de que vivas con ambos padres). Mami es la jefa y que no se te olvide. Lo que mami dice es sagrado, está escrito en su biblia y si te atreves a faltarle el respeto, ahí es cuando viene la última frase típica de una madre puertorriqueña…
“TE DI-JE QUE NO ME FAL-TA-RAS EL RES-PE-TO”
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Si tu madre nunca te dio un chancletazo, correazo o con la mano, gritándote en sílabas, nunca tuviste infancia. Pero ¿aprendiste a dividir las sílabas verdad?
Aun así, sabes que nuestras madres lo hacen porque nos quieren, ¿verdad? Díganme, porque aun no entiendo a las madres.