“El dinero no puede comprar la felicidad”: es un adagio que tiene mucha fuerza en la cultura popular. Estudios han demostrado que no hay una relación directa entre el dinero y la alegría. Sin embargo los sectores menos pudientes aseguran que sería una tranquilidad no vivir con las deudas o cuentas por pagar. Entonces la Asociación Psicológica Americana (APA), realizó una investigación, sobre la división de las clases, las cuales segmentó de acuerdo a su felicidad.
Es tal cual lo estás leyendo. La APA no dividió entre “ricos“, “clase media” o “pobres“, asoció la felicidad de acuerdo a los ingresos familiares que presentaba cada hogar. Y se encontró que, apartando a las personas que presentaban enfermedades como la depresión, las personas son más felices a medida que ganan mejor. El estudio se centró en personas que tenían ingresos mínimos anuales a 108,410 dólares, una cifra que está ajustada a la inflación norteamericana.
Los resultados basados en la cantidad de dinero que ingresa
Es importante resaltar que para dicho estudio, no se tomó en cuenta a la población que supera con creces esta cifra. Es decir no está el sector que integran los multimillonarios. Pero si están a los que no los arropa la inflación anual estadounidense. En la investigación los profesionales preguntaron: “Tomando todo en cuenta, ¿cómo dirías que están las cosas en estos días? ¿Dirías que eres muy feliz, feliz o no demasiado feliz?”. En función de los ingresos de los participantes, se analizaron las respuestas. Además, según reseñó The Washington Post, el estudio se llevó a cabo desde 1972 hasta 2016. Entonces los resultados abarcan cuatro décadas de pura investigación.
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Las personas que superan el monto ajustado de la inflación (108,410 dólares) tuvieron un 5% más de probabilidades en responder que estaban muy felices.
Respuesta distinta a las que estaban por debajo de ese dinero, en las que el porcentaje bajó. Mientras que, a medida que el dinero iba aumentando su ingreso, las probabilidades de ser muy felices no disminuyeron. Es decir que la relación entre ingreso de dinero y felicidad fue aumentando acorde la cifra en el banco subía.