Botánicamente el aguacate es una fruta: es la estructura que protege a su única semilla; pero gastronómicamente lo consideramos más bien un vegetal porque no tiene un sabor tan dulce y lo usamos en platillos salados.
Historia de los aguacates
No importa como le digas, lo más seguro es que alguna vez lo hayas comido guacamole, o en alguna otra preparación, incluso solo.
Este fruto del árbol Persea americana que ahora es tan popular en todo el mundo, comenzó en Mesoamérica, hace miles de años.
Se tienen registros de que en lo que ahora es México, ya se cultivaban y consumían aguacates hace unos 10,000 años: aunque incluso se piensa que las plantas silvestre que dieron lugar al género Persea, llegaron millones de años atrás.
De la parte central de América las paltas se extendieron también a Sudamérica: se sabe que en Perú se cultivaban aguacates hace unos 4,000 años.
Felices los cuatro
Pero así como estos frutos tienen dos o más nombres también tienen muchos cultivares: variedades de plantas de la misma especie que se seleccionan artificialmente para elegir algunas de sus características.
En el caso de las paltas existen alrededor de 500 variedades con diferencias muy notables a veces en el tamaño y forma, así como en las características de sus cáscaras: más oscuras o más verdes, gruesas o delgadas.
La mayoría de estas variedades son originarias de América, como el aguacate criollo, común en México que tiene una piel muy delgada; o el Fuerte, variedad centroamericana a la que se le desprende muy fácil la piel. Pero también provienen de otros continentes, como el aguacate Maluma, que es originario de Sudáfrica.
De todos las variedades, la más conocida es la Haas: el 80% de los aguacates que se comercializan en el mundo son de este tipo.
¿Alguno es mejor?
Aunque a veces parezca que no, en una dieta balanceada debemos ingerir lípidos, es decir grasas, porque estos compuestos también son necesarios como reserva energética, pero además se necesitan en la producción de compuestos tan importantes como las hormonas.
Podemos notar que los aguacates contienen grasas, por la consistencia de su pulpa, suave y carnosa, pero esas grasas que contienen son justo las que es más saludable comer: las llamadas monoinsaturadas.
En promedio los aguacates contienen un 15% de grasas, aunque por supuesto eso puede cambiar un poco de una variedad a otra, en realidad las variaciones son mínimas.
Además todas las paltas contienen una buena porción de vitaminas del grupo B: micronutrientes que son indispensables porque cumplen funciones importantes en el funcionamiento de todas nuestras células y en la producción de glóbulos rojos.
Así que si te estás preguntando cuál aguacate será más nutritivo para ti: come el que tengas más a la mano (y puedes decirle palta si quieres).