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Coronavirus: investigación confirma que enfermedad proviene de la naturaleza

Un estudio ha confirmado que el coronavirus proviene de la naturaleza descartando la tesis de algunos que señalan que fue creado en laboratorio.

Una reciente investigación ha confirmado que el coronavirus proviene de la naturaleza.

El estudio, realizado por expertos del Instituto de investigación La Jolla California, analizó su origen. En sus conclusiones pudieron indagar que la pandemia ha sido causada por un virus natural y no uno de laboratorio.

Coronavirus y origen de la naturaleza

La composición genética del virus SARS-Cov-2 no es una mezcla de diversos virus como en hipótesis previa se manejaba. Los expertos indagaron en su origen, llegando a la conclusión que la enfermedad proviene de la naturaleza y no de origen humano.

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Por otra parte, lograron descubrir que la enfermedad tiene llamativas características inusuales, que habían sido vistas en algunos animales. Estos son los osos hormigueros escamosos o pangolines, evidencia de que el virus pasó por ellos antes de llegar al humano.

El grupo de expertos, apenas comenzó a escuchar sobre la enfermedad, empezó complejos estudios para indagar en su origen. En una primera instancia, los científicos manejaban la hipótesis que el virus se había propagado desde un mercado de mariscos en Wuhan, China.

Sin embargo, algunos teóricos de la conspiración comenzó a plantear hipótesis que afirmaban que la enfermedad era creada. A finales de enero comenzaron los rumores con respecto al origen del virus, siendo alimentado por otra particular situación.

Teorías sobre su origen

Una de las situaciones que más alimentó la teoría conspirativa fue el hecho que el laboratorio de Wuhan estaba cerca del mercado de mariscos. El lugar, conocido como Instituto de Virología de Wuhán, estaba muy cerca del mercado de donde provenían los murciélagos infectados.

En palabras de Robert Garry, virólogo perteneciente a la Universidad de Tulane en Nueva Orleans. “Eso llevó a la gente a pensar que algún animal se escapó de por las alcantarillas”.

“o que alguien del laboratorio salió y fue al mercado”.

A esta particular situación se le sumó que antes, el virus del SARS habría sufrido una liberación accidental de un laboratorio.

Ante esto, el grupo de expertos reunió a un grupo de expertos de varios países, para comenzar la investigación. En diversas reuniones los científicos comenzaron el análisis genético del virus, mediante su secuencia e ARN.

Ellos, como tesis inicial, tenían claro que el virus no era de origen humano debido a su compleja composición. “Este virus no era de alguien que lo hubiera concebido o creado porque tiene componentes que lo diferencian de virus anteriores”.

El grupo de investigación también aceptó la idea de que esta enfermedad fuera tuviera origen natural.

Desmitificando su origen

Con los primeros resultados de la investigación, los expertos pudieron desacreditar otros estudios previos.

Hace algunas semanas, un grupo de científicos de Suiza afirmó descubrir que el coronavirus tenía en su interior fragmentos de VIH. Esta investigación causó controversia en el mundo científico y muchos cuestionaron su veracidad.

Ante esto, el reciente estudio desacredita este análisis, ya que los fragmentos son “similares” pero no son los mismos.

Esto ocurre porque la mayoría de los virus comparten un ancestro común durante la evolución. Por su parte, el grupo se dio cuenta de características llamativas en los coronavirus, en especial con el gen que codifica la proteína espiga.

Esto porque este se encuentra formado por 12 bloques de construcción de ARN  adicionales atrapados en él. Esta es la característica principal que ayuda a que el virus sobresalga y se adhiera entre las células humanas.

La función (adherencia), ha sido vista previamente en otros virus como el SARS. Son 4 los aminoácidos los que forman el puente de unión entre la proteína espiga y la célula humana.

El corte realizado en esta enzima es llamado furina, que es producida en las células humanas y crea proteínas.

Luego de realizar diversas comparaciones, los expertos notaron que el coronavirus era similar en alguanas cosas a otras enfermedades previas.

Según los expertos, el SARS-CoV-2 podría ser una mezcla de virus de murcielago y pangolín. Su intercambio genético se podriá haber producido mediante la naturaleza, siendo los pangolines el principal puente con los humanos.

Esto porque, según los expertos, el virus se inició con los murciélagos y fue la unión con estos animales que lo potenció. En conclusión, la similitud del SARS-CoV-2 con virus de murciélago y pangolín es una de las pruebas para señalar que es de origen natural.

 

Fuente: Sciencenews

 

 

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