Tiempo atrás, se esperaba que el 2020 fuera el año en el que los autos sin conductor incursionaran en las calles.
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Sin embargo, el desafío ha sido mucho mayor al esperado y, peor aún, llegó el COVID-19.
¿En qué sentido la pandemia afectó el desarrollo de esta tecnología? Las pruebas en carreteras requieren de dos personas en los vehículos. Pero, debido a las restricciones, esto no fue posible.
Con información de NY Times, la pandemia ocasionó que muchas compañías no tuvieran ingresos, algo complicado tomando en cuenta que los costos operativos son considerablemente altos.
Y, para agregarle un elemento más de complejidad, a pesar del gran capital de inversión que esta tecnología requiere, no se sabe con certeza cuándo será el retorno de inversión.
¿De cuánto estamos hablando en materia de costos? Según PitchBook, las nuevas empresas autónomas gastan 1,6 millones de dólares al mes en promedio.
Por esta razón, algunas empresas han cerrado sus puertas, mientras que compañías como Ford y Waymo han pospuesto sus planes.
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Sin embargo, en estas semanas algunas empresas ya están retomando actividades. Con información de Fortune, la compañía de transporte Lyft ha reanudado las pruebas en una pista en Palo Alto, California, después de tres meses de suspensión de actividades.
El gran reto
Mientras que algunos han alegado que no hay sustituto para las pruebas en carretera, otros optaron por el uso de simuladores.
Según NY Times, la compañía Voyage, la cual centraba sus pruebas en calles con poca actividad vial, como en The Villages, California, tuvo que optar por una simulación virtual de este poblado.
¿Cómo lo lograron? Pudieron recrear la localidad utilizando datos digitales recopilados en los últimos años por cámaras y otros sensores instalados en los vehículos.
Si bien algunas pruebas se pueden realizar de forma virtual, como frenar en situaciones de tráfico y acelerar de nuevo, hay otros escenarios que no pueden ser replicados.
¿La razón? La simulación sólo es relevante si es precisa y tiene conexión con el mundo real.
Con información de Fortune, la compañía Lyft también recurrió a la simulación, así como Alphabet’s Waymo y GM Cruise.
Si bien la simulación puede centrarse en reaccionar adecuadamente ante la presencia de un peatón, el mundo real implica múltiples variables que son difíciles de replicar o considerar de forma virtual.
Incluso, tal como comentó Sameer Qureshi, director de autos autónomos de Lyft, variables como el desgaste de los frenos afecta cómo el vehículo se detiene.
Todo esto es algo que difícilmente un simulador toma en cuenta. Esto puede ocasionar que el frenado sea o muy fuerte o demasiado suave. Este último podría ocasionar un accidente.
La ventaja de empresas de servicios de movilidad es que cuentan con datos de tráfico que ayudan a detectar patrones de tráfico en distintas condiciones, incluyendo las climáticas.
¿Cuándo estarán listos los autos autónomos?
Tras el accidente de un vehículo autónomo de Uber que ocasionó la muerte de un peatón en 2018, la industria confirmó que había un largo camino por delante.
Este accidente incluso fue el que ocasionó que se incluyeran necesariamente dos personas en los vehículos de prueba.
Al final, tanto Lyft como Waymo, han reconocido que aún faltan años para que estos autos sean una realidad en las calles.