Aunque la Edad Media es considerada la época más retrógrada con respecto al sexo por la enorme influencia de la iglesia en la civilización, también existían algunas costumbres y prácticas poco recatadas.
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Conoce algunos datos interesantes sobre la sexualidad en este periodo.
6. Suave con las carnes
Se evitaba en lo posible que los hombres comieran carne porque pensaban que esta aumentaba en los varones la cantidad de líquido seminal y con ello su deseo.
5. La Iglesia Católica tenía reglas para tener sexo
Para la cultura de este tiempo, las relaciones sexuales debían ocurrir solo en el matrimonio y estrictamente para reproducirse, no para el simple disfrute, según indica el portal Batanga. Incluso, imponían reglas sobre cómo, cuándo y dónde podían copular. Por ejemplo:
-No se podía tener sexo jueves, viernes, sábado ni domingo.
-Solo se podía tener relaciones sexuales en la noche.
-No se podía tener sexo durante la Cuaresma, tampoco en los 35 días previos a la Navidad, ni tampoco en los 40 días previos a la fiesta de Pentecostés.
-Tampoco se podían mantener relaciones sexuales si era una día en que se celebraba un Santo.
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4. El Kama-Sutra católico
La Iglesia Católica también tenía normas específicas para cómo se debe practicar la relación sexual entre marido y mujer, y establecieron la posición del misionero como la única aceptable. La mujer debía estar debajo del hombre siempre, pues se pensaba que si la fémina estaba encima recibía demasiado placer y ello era inmoral.
3. Las iglesias como motel
El lugar preferido de los amantes para sus encuentros eran las iglesias, porque habían muchos cuartos y rincones donde esconderse. Estos lugares estaban vacíos la mayor parte del día, y eran limpios. Mucho mejor que los moteles actuales.
2. En la Edad Media existían los “amigos en el baño”
Contrario a lo que se piensa, el control del embarazo no era una de las cosas que más preocupaban a la Iglesia Católica, ya que estaban mucho más preocupada por la masturbación y el homosexualismo.
Los consoladores femeninos también existían, y aunque su uso era castigado por la religión, se sabía quiénes los fabricaban y vendían, y hasta se conocía a las clientas habituales.
1. Los “puteros” eran aceptados
La prostitución es una de las profesiones más antiguas, así que es conocido que en la Edad Media se practicaba. Aunque era considerada un mal necesario, estaba reservada a los burdeles. Los dueños de los burdeles debían asegurar la salud de sus empleadas, darles comida y cuidado médicos. Los locales tampoco podían causar escándalos públicos.