El exponente urbano Hozwal Ortiz aclaró que el accidente que tuvo de motora el pasado 17 de diciembre no fue para buscar fama. (Ave María como le gusta chismear a la gente)
“Sería estupidísimo, perder tu estética originalmente, destrozarte la nariz al punto de perderla 100 por ciento, porque la nariz que ustedes están viendo es una prótesis. Yo perdí todos mis huesos de la nariz, perdí mi cartilago, me rompí los dos pisos orbitales de los ojos. Ahora mismo tengo placa de titanio y placa de plástico, perdí muchas de las carillas de porcelana que tenía. Gracias a Dios no perdí mis dientes. Me dolió mucho ver mensajes así como que ‘a lo que hacen por la fama’ gente nadie está haciendo esto por fama”, dijo a través de un video publicado en sus redes sociales.
De igual forma, agradeció el apoyo de aquellas personas que le han escrito para saber cómo está. Compartió que la recuperación va acelerando, pero que todavía le faltan algunas cirugías para recuperar la estética de su nariz.
Hozwal explicó que el accidente se dio cuando iba de camino a la casa de su madre a celebrar que su hermana se había inscrito en el ejercito, y que estaba a dos minutos de su destino cuando ocurrió.
“Literal tuve el accidente a dos minutos de llegar a casa de mi mamá. Fue por una señora, que no me gusta decir estas cosas porque tampoco quiero sonar echándole la culpa a nadie ni nada de eso, simplemente fue un error de la conductora”, comentó.
Abundó que el accidente ocurrió luego que de tuviera que frenar por un carro que estaba haciendo un viraje lento. A la carretera estar reci6n paviementada, la motora resbaló y el cuerpo de Hozwal dio contra la parte trasera del otro vehículo.
Aclaró que no iba en exceso de velocidad, y que no estaba “wheeleando”. “Las motoras son bien traicioneras”, comentó.
De igual forma, Hozwal aprovechó la oportunidad de aconsejar a los conductores de motora a tener las debidas precauciones y a utilizar el casco “full face”.
“Estamos vivo de milagro”, comentó.
Hozwal se mostró esperanzado del proceso de recuperación, aunque admitió, seguir sintiendo mucho dolor.