La exesposa de Daddy Yankee, quien él mismo la apodó la “Big Boss”, Mireddys González, era quien maneja las empresas que construyó junto al cantante. Fue un imperio que levantaron ambos. Ella jugó un papel crucial en su carrera musical, pues fue su manager y la CEO de su sello discográfico.
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Sin embargo, toda la reputación que se había ganado se fue al piso tras la demanda de Ramón Ayala, nombre real del artista, y es la razón por que ella este 1 de enero salió de su silencio para manifestarse en contra de todo lo que se ha especulado sobre ella.
A través de un comunicado que publicó en Instagram manifestó: “Culminando el año, decido compartir algunas reflexiones desde el corazón, no con el propósito de buscar aprobación, sino para expresar lo que siento...”.
Añadió: “Las empresas y proyectos que construimos juntos durante 29 años representan mucho más que un esfuerzo económico; son el resultado de apoyar incondicionalmente a tu pareja, de noches sin dormir, de decisiones difíciles tomadas con un propósito en común. Ha sido muy doloroso ver cómo han reducido mi aporte a unas notas de prensa especulativas y expresiones desafortunadas por parte de un equipo legal que no me conoce”.
Además, enfatizó: “Durante todos estos años aporté mi visión, mi tiempo y mi dedicación para construir lo que hoy se conoce como un legado. Mi contribución profesional y mi aportación no quitan ni restan al talento y esfuerzo de quien fue el más grande del género urbano. Al contrario, lo enriquece, porque juntos logramos cosas que jamás hubiéramos alcanzado por separado”. Mireddys señaló que está buscando justicia, equidad, pero especialmente paz.
Cumplieron la orden
Cumplieron. Mireddys y Ayeicha González, expareja y ex cuñada de Daddy Yankee, respectivamente, acataron la orden judicial en su contra, que les exigía renunciar a los consorcios El Cartel Records y Los Cangris Inc. y, además, entregarle todas las credenciales digitales para que él sea el único en manejar sus empresas.
Todo esto se debió luego de que Mireddys fue demanda por el artista, quien denunció que, presuntamente, ella junto a su hermana Ayeicha trataron de sacar en total 100 millones de dólares estadounidenses de las compañías en varias transacciones, luego de que se interpuso la solicitud de divorcio a inicios de diciembre, tras 29 años de casados.
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Sin embargo, el jueves 26, los abogados de Daddy acusaron de “desacato” a las denunciadas por no haber proporcionado los datos solicitados. El juez Anthony Cuevas, del Tribunal de Primera Instancia de San Juan, les dio un ultimátum a las hermanas. Tenían hasta el 31 de diciembre para pegarse a derecho.
En la audiencia que se celebró a finales del diciembre, se acordó que ella la darían toda la información de los consorcios, renunciarían a sus cargos y se dejaría un fondo de USD $75 millones por un mes, así como que ambas partes tendrán acceso a las informaciones financieras.
