La curiosidad por el espacio sigue creciendo en el siglo 21, ahora una compañía busca saber si los bebés pueden nacer en el espacio.
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La NASA, Elon Musk, los chinos y otras entidades tienen clara su ambición que el humano pueda aspirar a colonizar algunos otros astros del espacio exterior, como Marte o la propia Luna. Pero este escenario exige contemplar una variable que nadie parece tener en cuanta: la posibilidad de tener bebés en el espacio.
Por fortuna hay una compañía que ha puesto mano a la obra para despejar esta variable compleja, bajo la meta de conseguir la fecundación y eventualmente el nacimiento de personas en un entorno de gravedad parcial. Esto es Spaceborn United.
No hace mucho la agencia espacial china comenzó a detallar los primeros pormenores de su supuesto plan de colonización del sistema solar partiendo con la Luna y Marte justamente, pero nada se abordó sobre el asunto de los bebés.
Y es que por el orden natural de esta clase de migración sería absolutamente necesario lograr llegar a un punto donde nuevas generaciones logren nacer totalmente en esos nuevos hogares, no en la Tierra. ¿Cuáles son los retos que esto implica?
Spaceborn United
Un reporte del os amigos de MIT Techololgy Review, nos relata cómo la empresa Spaceborn United trabaja ya en las labores de investigación que permitan lo que sería, técnicamente, la reproducción extraterrestre y nacimientos de humanos en otros planetas.
Egbert Edelbroek, responsable de la pionera empresa así describe el reto con el que se enfrentan ante este proyecto:
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“Si queremos tener colonias humanas (...) más allá de la Tierra y si queremos realmente que sean independientes, tenemos que enfrentar el reto de la reproducción.
Es un asunto delicado. Al final, exponemos células humanas vulnerables, embriones humanos, a los peligros del espacio (...) para los que los embriones no están concebido.”
En esta primera etapa de trabajo Spaceborn United por motivos meramente éticos, buscará primero la reproducción de ratones antes de plantearse el envío de espermatozoides y óvulos humanos lejos de la Tierra.
Para lograr esto ha creado un disco que mezcla estas células, donde el embrión de roedor puede congelarse criogénicamente para suspender su desarrollo y garantizar un regreso seguro en condiciones difíciles, con sacudidas y fuerzas gravitacionales.
Se estima que podrían pasar entre 5 y 6 años antes de que este mismo experimento se realice con un embrión humano.
Pero por lo menos existe ya una metodología relativamente establecida que permitirá, en teoría, la reproducción de bebés en el espacio.
Aunque no será siguiendo el método tradicional.