Ya era hora que salieran los defensores de Braulio Castillo en Facebook (en dónde más).
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Un muchacho salió ayer en defensa del actor, tras los comentarios criticones de un desayuno, a decir que gracias a Braulio, él rebajó.
“Hace poco más de un año le escribí a @brauliocastillopr para entrevistarlo, no podía creer que me contestara. Llegó a mi casa y en medio de las conversaciones me preguntó si estaba bien de salud y como me sentía, evidentemente no estaba bien. Notó mi dificulta al moverme y mi fatiga debido a mi sobrepeso y Me dijo que conocía doctores, nutricionistas y que estaba a mi disposición para lo que yo necesitara. No me sentí ofendido ni lo tome como una falta de educación”, dijo en su publicación.
Siguió comentando que gracias a ese comentario de “amor” decidió ponerse pa’ lo suyo. De igual forma, exhortó a Braulio a comentarle a la gente sus preocupaciones con su peso. (Okay...)
Asimismo, el dramaturgo Roberto Ramos Perea escupió en la red social su opinión sobre el asunto a favor de Braulio.
Entre palabras rebuscadas e insultos explicitos, Roberto defendió el derecho de opinar aunque un poco contradictoria.
“El asunto va así. Castillo expresa en su escrito que se conduele de ver a una mujer comiendo desaforadamente y que se ve por un momento tentado a decirle que se contenga de su glotonería (esta palabra es mía) porque puede costarle la vida. Pero no se lo dice, simplemente lo piensa y luego lo expresa en honestas palabras en su Facebook sin decir nombre ni alusión. No bien sucede esto, hordas de imbéciles puertorriqueños le han caído como sucios piojos a condenar su sencillo juicio sobre las acciones de esta mujer”, escribió sin edición alguna. (Bueno, se asume que no recibió edición)
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Lo contradictorio del discurso fue que Roberto llama “imbéciles” a las personas que criticaron a Braulio, pero esas personas también tienen el derecho de expresarse.
A todo esto, Braulio expresó que siente que no tiene que retractarse de lo dicho.
Braulio anda sin miedo por ahí y no le importaron los mil memes (cómicos) que salieron de su post.
“En ese momento las palabras que yo utilicé fue que yo vi a una dama en sobrepeso comerse estos ciertos alimentos. Yo en ese momento no pensé en las repercusiones que iba a tener, tampoco pensé en los ataques que iba a recibir. Yo circunscribí estrictamente a eso... y de hecho respeté su espacio. Yo no vi ni quién era, ni cómo era, ni nada, solamente utilicé la palabra sobrepeso”, dijo Castillo en entrevista con WIAC 740 AM.
Como todo un excelente Boomer dijo que no se retractará por las declaraciones aunque admite que utilizó una “palabra desafortunada”.
“Esto ha sido una cacería, una flagelo básicamente... pero fíjate, en vez de hacerme sentir atacado, indignado, vulnerable, lo que ha hecho es dar una gran lección de la radiografía del país. Yo me siento en paz. Yo no tengo ningún remordimiento. A lo mejor es una palabra desafortunada [sobrepeso] chévere, pero mi planteamiento está ahí. Yo no tengo por qué retractarme de lo que yo estaba diciendo. Ahora, a lo que voy es el daño que le pueden hacer a personas frágiles”.
