Primero comenzó con un día sin agua, luego aumentó a dos y ahora no sabemos cuándo diantre llega o cuándo se va. La realidad es que los embalses de La Plata y Carraízo están en niveles alarmantes.
Aunque la mayoría de los pueblos están en condiciones de sequía extrema, la mayoría de la isla tiene agua en sus hogares (los mismos que usan el preciado líquido para asicalar los carros y lavar “escrines”), pero para los que están en racionamiento las cosas son muy, muy difíciles.
Hoy vamos a decir algunas cosas que solo saben los que están a secas.
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15. Sientes que apestas todo el tiempo… y es bastante posible que así sea
14. Ir al baño a hacer tus necesidades da estrés. Hueles a Chubs y lo sabes
13. Fregar un plato sucio con un chorrito de agua da asco
12. Hacer ejercicios en tu casa depende si hay agua. Cuando no hay agua, lloras porque estás gordito; pero cuando sí la hay, no haces ejercicio porque estás cansado
11. Aceptas tu gordura y pides pizza o algo que se coma sin cubiertos, para no tener que fregar
10. Lavar ropa consiste en echarle Febreze
9. Y si se acaba el Febreze, empiezas a usar las ropas más feas de tu closet porque son las únicas limpias
8. Si tienes pelo largo, andas con él todo sucio (casi en dreadlocks) porque lavarte la cabeza es limitado
7. Si te enteras que el vecino pasó mapo, lo miras con cara de disgusto… aunque realmente sientes envidia porque tu piso está asqueroso
6. Todos los días pones las manos en tu carro, y haces una pequeña oración para que llueva y baje la tierra que tiene en la capota
5. Andas siempre con picor y sonríes para disimularlo
4. A veces sueñas despierto pensando en que te das un largo baño, mientras entonas las canciones de Ednita Nazario y el agua corre por tu cuerpo
3. Te has convertido en un experto en metereología viendo y escuchando las noticias, esperando porque anuncien lluvia
2. Has considerado mudarte a Las Marías o Adjuntas porque allí no hay sequía… pero al rato picheas porque no sabes dónde quedan esos pueblos
1. Cuando llega el agua, sientes una felicidad que no hay palabras suficientes que puedan explicarlo