Sobrinitos, otra vez llegó a El Calce el dropout universitario que puso a casi to’ Pe Erre a leer, el némesis de los culturetos de la academia, el escritor del pueblo: Macetaminofén, el mismo que va a pagar un billboard en La Baldo para poner el mugshot de Pedro Julio con el copy “¡Recojan los niños!” Mera, ¿qué le he dicho a esos imbéciles que quieren retar al gorila de las letras? Que se tiren, que a mí me encanta la competencia y que las p*tas musas andan enchulás de mi lápiz. Como diría Chyno Nyno: “♫nosotros somos VICTORIOSOS♫” ¡La bendición a Tío y evítate un lío!
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Ustedes saben que a diferencia de Maiky Backstage, Chente Enid o Moldiskein Moluskein -quienes a la hora de analizar reggaetón son más sosos que el comisionado residente Pablo José Hernández comiendo arroz blanco- a mí no me interesa ser amigo de los artistas ni tengo miedo de opinar con honestidad. Bueno, como ustedes saben, Jowell y Randy son de mis dúos favoritos, detrás de Wisin y Yandel, Héctor & Tito, Zion y Lennox, y J. King & Maximan.
De hecho, creo que en la historia de las reseñas, solamente la dupla compuesto por el hijo de Avelino y el esposo de Raquela han obtenido CINCO percos en una producción, consiguiendo una puntuación PERFECTA con uno de los mejores discos en la historia del reggaetón: Viva el Perro.
Para mí, “Viva el perreo” tiene un valor sentimental -y de respeto-, ya que salió en el peor de los momentos para sacar música tan b*llac*namente bailable, pues este álbum vio la luz durante la pandemia que nos guardó a todos en nuestros hogares. En ese disco Bad Bunny estuvo envuelto, y pa’ ese entonces le dio vida a un dúo que algunos pensaron que “ofreció lo mejor de ellos” para la mitad de la década del dos mil.
Hace unos meses atrás, Joel Avelino Muñoz y Randy Miguelino Ortiz zumbaron “Viva la Musik”, un proyecto que tuvo la misma gracia que Jacky Fontánez y Danilo Beauchamp anunciando su divorcio en la boda de Francis Rosas y Natalia Rivera.
Antes de que los treintones seguidores del dúo carolinense levanten sus armas, quiero dejar claro que ya “los más sueltos” llevan más de veinte años de carrera, así que a estas alturas del juego cada disco debe tener un propósito porque los artistas están proba’os. Al único que le permitimos tirar un EP cada dos semanas es a Tempo, y es porque es eso o ver a Davidcito peleando con medio mundo por Instagram amenazando hasta a Raymond Arrieta con hacerle una tiraera.
Ok, bebeses, vamos a lo que venimos: Jowell y Randy acaban de lanzar otro disco para que olvidemos su último 💿, así que es nuestra labor hacer la reseña OBJETIVA de “Mazorkeo.com”. Recuerden que este escrito siempre se lee con Spotify de fondo, no me hagan trampa viendo los visualizers de YouTube, charlatanes. ¡Vamo’ allá!
-El baño: este tema tiene influencia de Alvarito Díaz -el Ricardo Arjona del género-, y ustedes saben que para el sandungueo eso no es una buena noticia. Es una buena rolita para ponerla en lo que enrolas un fili un domingo, mientras estás con la familia en el Can-Am de camino pa’ Casa Bavaria en Morovis. Eso sí, para un álbum de puro perreo, entraron con menos fuerza que el locutor Bengie Rivera cuando está subiendo la Norzagaray en el Viejo San Juan y la silla eléctrica tiene 20% de batería.👍
-X-100: esta canción no está mal, pero es como el tema +57 de los colombianos: no es la peor, es simplemente floja. Esto puede ser un skip o usarlo de fondo la mañana de un sábado cuando estés lavando la marquesina con los nenes tirándose por las losetas enjabonás. J&R intentaron dar el cien, pero -sin duda alguna- esta canción la grabaron después del maratón de senior proms que la dupla hace cada verano. Yo no dudo que este sea el nuevo himno de “Las nuevas patitas calientes” compuesto por cuarentonas maratoneras. 👎
-Sin panty María: aquí Jowell se dio una terapia respiratoria con Proventil, Randy cogió un nap, y los cabrones vinieron con fuerzas. Entonces, se trajeron a Myke Towers pa’ que les metiera presión. Tengo que decir que yo soy fan de Myke porque cuando se pone pa’ lo suyo -dejando las paterías que hace pa’ los números- el pana viene a liriquear de averdura. Este tema no es comercial, no es un palote, pero tiene la fokin esencia de Carola con el spice de Caimito. 👍🔥
-Perreo Europeo: la energía se quedó en el tema anterior porque ya para este los muchachos se tiraron la fórmula del grupo merenguero LimiT 21: hacer siempre el mismo sonsonete. La canción tenía posibilidades, pero se nota que se quedaron en su zona. Aquí estuvo envuelto Rafa Pabón, cuyo último palo fue cuando Mimi Pabón sacó la Tarjeta de la Familia en Supermax de Guaynabo para pagarle un bowl de Häagen-Dazs de cheesecake.👎
-Entierro: esta canción la hicieron con el único pretexto de -cuando estén en el concierto- Jowell pueda ir al baño a orinar por su condición de vejiga hiperactiva, ya que el excorista del legendario Be.be canta menos aquí que RKM en cualquier canción con Ken Y. 👎
-El Karma: esto comienza como una canción de Jovani Vázquez (una vez Mario VI me dijo que “Nota Loka y Jota Uve son almas parecidas con una sola diferencia”), pero el sin sentido continúa cuando llega Jowell. La pista se pone buena… pero todo es repetitivo. Otro temita más inservible que un condón en el apartamento de Oscar Navarro. 👎
-Socios: SKIP! 👎
-Un Party Bellako: ‘Pérate, papeh… aquí estos dos veteranos se bebieron el Ensure de la energía y volvieron a apretar. Esto es un verdadero PERREO. 👍
-Las Fulanas: dale SKIP. No pasa nada. 👎
-Chocolatito: este temita no lo van a poder perrear los que verdaderamente lo van a apreciar: los cuarentones y treintones. Ese ritmo manda los pasos prohibidos para los doños que perrearon en el 2006: el paso del pulse squat bellacoso, la sillita y el rompefalda. 👍
-De La High School: es un relleno, ya esto parece canciones que sobraron del “Viva el perreo”. 👎
-Maíz: al fin algo que tenga que ver con el concepto del álbum… pero ya pa’ estas alturas del disco, esto es tan certero y predecible como un libreto de Carlos Vega o Miguel Morales cuando quieren justificar algo con un simple título que se les ocurrió. 👎
-Track 13: parece que esto es un tema aún sin estrenar, y que zumbarán pronto.
Conclusión: yo no puedo creer que los panas que hace cuatro años lanzaron un disco perfecto, ahora tiraron el caldo que sobró de otras producciones. Jowell y Randy -o su disquera- no quedaron satisfechos con los resultados de su último álbum, y decidieron estrenar este proyecto para mapear la mierda. Se nota que no le dieron cariño a la producción, o es que a lo mejor adoptaron la nueva técnica de hacer cualquier porquería para cumplir con la velocidad que exige el exagerado consumo de estos tiempos.
Si tomabas los mejores seis temas y hacían un EP con el concepto mejor definido, hubiesen tenido un gran proyecto, pero al parecer desde que Jowell se pasa peleando por política en Twitter y escuchando “Jugando Pelota Dura”, a la misma vez que desayuna con Luis Herrero y Jonathan Lebrón- mientras Randy janguea con la intensidad de un universitario-, las cosas están fuera de control. Se nota que este disco fue como ir a trabajar un martes, donde no quieres hacer un carajo y aún te falta to’ para terminar la semana.
¿Cuántas Percos le doy? Bueno, solo diré que me sentí más decepcionado que el banco que le fió la Lamborghini Urus a Lunay -cuando vio que este no puede pagarla- y sin que me quede nada en el pecho, tengo que darle UNA Y MEDIO de CINCO PERCOS 💊½ de 💊💊💊💊💊
Perdí el tiempo escribiendo esta reseña de “Mazorkeo.com”, honestamente debí hacerla con el verdadero temazo que anda rompiendo la brea: Guaya Guaya de Ocean Pabón. Nos vemos en la próxima, sobrinitos. 🦍✏️