Justo para el wikén y a años de La Dulzura, Cultura Profética regresó con su nuevo disco ’Sobrevolando’, que aquí te lo presentamos.
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Este disco está bastante pesao’ y exacto en cuanto a sonoridad, composición y lírica se refiere, con un sonidito oldschool en los brass y una guapería musical muy interesante. O sea, después de dos golpes sólidos de conciencia básica de entrada(Sobrevolando y Efecto Dominó), Cultura suelta algo tan gozoso, puntual y cotidiano como Despertador Solar, con un vibecito que hace recordar los jammeítos del Payton Place pa’ allá pa’l ’95.
De repente, luego de ese gozo storytelliniao’ a la perfección, llega otro burronazo goldo como La Fibra Humana y Willie saca el lápiz de la baqueta con Caracoles, un tema que casi obliga a meterte media gota en el último minuto. Sobran los inmaculados momento de sabrosura inédita en este disco: Creo en tu carne es pa’ que la bellaquees debajo de las estrellas con tu jevit@; Bebo se une con Willy para ganar un campeonato en parejas en un llamado al temple a la juventud, enfatizando en que hay baqueo en generaciones anteriores, con Ten Valor; luego, con No Eleva exasperan exactitud musical; y con ¿Cuál es? ’flirtean’ hasta con el bartender de una boda de marquesina. Llevarte Allí y Viértete Flor ya es sexo de mediodía, en un día lluvioso, bellaqueras más finas, para polvos llenos de amor.
Y por ahí pa’ abajo sigue brillando esta gema discográfica. Con ¡Qué va!, Cultura pasa revista de su historia y asegura que esa esencia no se va a acabar. Se consolidan como contendientes internacionales pesos pesado con el sabroso cover Love and Happinness, de Al Green, y a fuerza de décimas, en Herida Mortal, te ponen a hacer fresquerías sin querer queriendo. El disco cierra con La Batalla del Beso que, dependiendo del tiempo y espacio de quién lo escuche en estos tiempos de levantamientos, se goza de distintas formas pues: “esas bocas tienen historia” y “no habrá mal que dure si el beso se propone a aliviar esa herida”. Este tema también finaliza con un mensajito en la voz de don Pedro Albizu Campos.
Cómo queremos TANTO a nuestros lectores, aquí se te traemos este deleite.
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