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Reseña de SCREAM: Las reglas han cambiado nuevamente

¿Será mejor que la original? Lee la reseña de El MovieRican

Scream

Por más exagerado que parezca, para muchos fanáticos de películas de terror existe un tiempo antes de Scream y un tiempo después de Scream. La película original del 1996 fue un cambio monumental en la forma en que los estudios, directores y escritores desarrollaron películas de terror y cómo las audiencias las consumieron más tarde. Scream fue la primera película que mostró el libro de jugadas de las películas de terror y dijo: “Aquí están los tropos y trucos habituales que se ven en las películas de terror de esta época. Ahora es tu trabajo como miembro de la audiencia seguir de cerca la trama y los personajes”. Esto es algo que usualmente hacen las películas de parodia, como Airplane o Naked Gun, para las películas de desastres y policías respectivamente (Scream incluso obtuvo su propia parodia en la primera entrega de Scary Movie, pero en ese momento la parodia ya fue representada dentro de la original). Después de muchas secuelas, algunas buenas, algunas más sosas, estamos invitados a volver a Woodsboro para ponernos al día con algunos viejos amigos y un nuevo asesino suelto en SCREAM (estaré usando mayúsculas para diferenciar esta de la original ya que esta entrega no tiene ningún número adjunto [más sobre eso adelante]), y si esta película es una indicación para lo que sea que nos espere en en el cine durante este año, será un año divertido.

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Sam (Melissa Barrera) regresa a su ciudad natal de Woodsboro, California, para visitar a su hermana separada, Tara (Jenna Ortega) en el hospital después de que Ghostface intenta matarla. Richie (Jack Quaid), el novio de Tara, también se une a ella junto con los amigos de Tara para poder darle apoyo a la familia durante tiempos difíciles. Para ayudarlos a resolver el misterio detrás de los nuevos asesinatos de Ghostface, estos buscan la ayuda de Dewey Riley (David Arquette), Gale Weathers (Courtney Cox) y Sidney Prescott (Neve Campbell), quienes han tenido experiencia en lidiar con diferentes asesinatos de Ghostface anteriormente.

Lo bueno

Los nuevos administradores de la franquicia: Cuando el maestro del terror Wes Craven, director de todas las entregas anteriores y creador de A Nightmare on Elm Street, murió en 2015, muchos pensaron que la franquicia Scream se fue con él. Kevin Williamson, escritor de estas películas, aún sigue vivo pero no quería tener mucha participación con esta película aparte de darle la bendición. ¿Quién se atrevería a tomar las riendas de una franquicia tan sinónima con estas dos personas? Bueno, aparentemente dos directores fuertemente influenciados por el trabajo de Craven. Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, parte del colectivo de directores Radio Silence, tuvieron las agallas de reinventar Scream y modernizarlo para dos audiencias muy diferentes: los que crecieron con estas películas y las que solo reconocen a Ghostface a través de un disfraz de Halloween. Junto con los guionistas de la película, James Vanderbilt (ZodiacThe Amazing Spider-Man) y Guy Busick, así como su director de fotografía Brett Jutkiewicz, los realizadores de Radio Silence demostraron claramente que Ready or Not era no es una casualidad (ambos Busick y Jutkiewicz habían trabajado con los directores en esta última) y que pueden hacer tanto un homenaje al trabajo de Craven y al mismo tiempo hacerlo un poco más elegante y grandioso en comparación con todas las secuelas de Scream. Ah, y que estos hagan muertes memorables dentro de una franquicia reconocida por muertes memorables es la cherry encima de un mantecado delicioso, bello, y (ocasionalmente) sangriento.

Criticando la industria del cine tal como está: Como se mencionó anteriormente, las películas de Scream han estado retrasando el libro de jugadas de la película de terror desde su primera entrega (léase “Nunca digas ’Vuelvo en un minuto'”, la virgen siempre llega al tercer acto, no te vayas una habitación sola, entre otras) y SCREAM también critica tropos más nuevos, como películas de terror “elevadas” como Get OutHereditary o The Babadook y tomas largas que acumulan tensión que generalmente aparecen en las películas de The Conjuring Insidious. Pero también critica/parodia dos tropos que hemos estado viendo últimamente en la industria en general: las secuelas heredadas o legacy-quel (un subgénero relativamente nuevo en el que una franquicia inactiva durante mucho tiempo se revive con nuevos personajes ayudados por los personajes que conoces y amas [piensa en Star WarsHalloween o Ghostbusters: Afterlife]) y los fanáticos tóxicos. Gracias al uso de la franquicia Stab dentro de este universo, esta película se vuelve bastante divertida ya que sus personajes están literalmente debatiendo las reglas para sobrevivir a una película de Scream. Sin embargo, esta película va un paso por delante mientras su equipo detrás de escena lidia con las reglas para revivir una franquicia: traer todo el equipaje de una secuela heredada y las miles y miles de expectativas de los fanáticos sobre lo que es una película de Scream. Ahí es donde entran los comentarios tóxicos de los fanáticos. Aunque muchos fanáticos pueden decir “Oh, eso no es lo que esperaba” y dejarlo ahí cuando una película decide ir en una dirección diferente a la esperada, siempre hay quienes se esconden detrás de un teclado con un que dedicar un segmento de sus vidas a escribir sobre por qué no les gustaba una película porque “las niñas no pueden ser la protagonista”, “arruinaron mi infancia” o algo por el estilo. Tanto se cogen estas cosas un pecho que comienzan a enviar amenazas de muerte a directores, actores, productores y estudios porque subvirtieron las expectativas de la audiencia (léase The Last Jedi, que parodian muy bien la reacción a esta película si escuchas con atención). Esta franquicia siempre se ha destacado por parodiar el género de terror, pero que SCREAM se enfrente a toda una industria cinematográfica es una genialidad.

Sidney, Gale y Dewey como personajes secundarios: Si bien las promociones pudieron haber hecho ver esta película como las nuevas aventuras de los tres personajes que regresan, esto no significa necesariamente que, como implican las reglas de un legacy-quel, los personajes que regresan estén allí para ayudar a los nuevos personajes. Y aunque Melissa Barrera y Jenna Ortega son las más destacadas dentro del elenco nuevo y quizás futuras abanderadas de la franquicia, tener a Campbell, Cox y Arquette de vuelta en papeles secundarios beneficia a esta película. Eso en sí mismo puede decepcionar a los fanáticos, pero probablemente sea la razón por la cual esta película no se llama Scream 5 (o 5cream como podrían haberlo hecho otras franquicias). Los tres originales pueden ser parte integral para hacer avanzar la trama e interpretar a esos personajes tan fácilmente como ponerse los pantalones por la mañana, pero no es su historia. En este quinto capítulo y quizás el primero para una historia nueva dentro de este mundo, Ghostface tiene la vista enfocada directamente en las hermanas Carpenter mientras mantiene un ojo en los tres sobrevivientes originales. El pasado y el presente pueden entonces converger en el tercer acto muy sangriento. Ver al trío juntos nuevamente impactará a los fanáticos con todos los sentimientos, especialmente si esta es su despedida de la franquicia y es muy emocionante que interactúen con los nuevos miembros de este mundo.

Lo malo

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Deduciendo quién(es) es/son el/la/los/las asesino/a/os/as*: Parte de la diversión de estas películas es deducir quién es el asesino. Desafortunadamente, es la parte más débil de SCREAM. Bettinelli-Olpin y Gillet, por mucho que se estén divirtiendo, a menudo carecen de esa mano sutil que Craven tenía cuando llegaba el momento de decir quién(es) es/son el/la/los/las asesino/a/os/as. Hay algunos easter eggs visuales innecesarios que, al menos a mi modo de ver, hacen que la identidad de la(s) persona(s) que está corriendo algarete por Woodsboro sea demasiada obvia, lo que quita el aliento de la revelación fundamental del tercer acto. SCREAM, esencialmente, arruina su sorpresa al volverse creerse el más lindín.

Sin Craven y Williamson, SCREAM solo podría tener éxito con la colaboración de cineastas y guionistas que entienden lo que se tiene que hacer para honrar fielmente todo lo que vino antes mientras empujan este reboot a un nuevo territorio. Y aunque el mayor misterio de la película se ve un poco disminuido si prestas atención a las tomas de cámara, las reacciones, las conversaciones o los desaires que tienen uno o un par de personajes, es todo lo que la rodea lo que hace que esta película valga la pena. Pero, sobre todo, es la experiencia comunitaria que aportan este tipo de películas. La audiencia con la que la vi estaba emocionada con esta película. ¿Eso elevó mi entusiasmo por la película? Quizás. Pero la película en sí misma ciertamente hizo la mayor parte del trabajo para lograr que la audiencia se emocionara, riera y, sobre todo, gritara.

Rating: B+

*Puse todos los pronombres existentes para evitar hacer spoilers.

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