Jarana

Si Pedro Capó es el cura, ¿los Rivera Destino son los monaguillos?

Otra investigación a profundidad por el equipo de Fábulas Fabulosas de El Calce.

Sellé, Río Piedras, PR – Esto está un tanto shady, pero esperamos dar una explicación puntual al respecto, pues la gente ya anda comentando…

Veamos esta foto:

 

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Sí, como podemos apreciar ahí, el señorito Pedro Capó con las manos juntadas como si fuese a rezar, y parece un cura, pero realmente está dándole los toques finales al enrolamiento de un fili. By the way, la foto NO ES PHOTOSHOP. Esta sacra imagen resurgió recientemente porque Capó sale en el próximo video de los Rivera Destino, titulado ’Castigo’, que sale el jueves.

No obstante, según fuentes de muy escaso crédito que nos imaginamos luego de meternos cuatro cupcakes de sativa de los de Weedy Wonka, hace unos años, fue Pedro Capó quien salvó a Tony, Carlitos y Tarrazo de meterse a seminaristas y los encaminó en los sagrados senderos de la marihuana.

“Yo lo recuerdo muy bien”, expresó Indio, justo antes de meter el bolo del gane en el único billar que tenía el negocio misterioso ese que nadie dice el nombre, pero donde Carlitos y Tony consiguieron el middle man que los llevó a un monte de Caimito donde perdieron la virginidad con dos yeguas mancebas de las que botan en el hipódromo por chongas.

El filósofo Chuito, a quién no le importa que le echen semillas a los filis, de inmediato interrumpe:

“Ese día, Tarrazo llegó tarde. Luego del bestialismo en el que debutaron en sociedad sexual Carlitos y Tony, sus sonrisas no eran capaz de esconderse. Pero Tarrazo estaba ansioso. No la había podido librar y aquellas dos yeguas ya el DRNA y Agricultura se las habían llevado”, apostilló.

Llenos de bochorno ante la virginidad que aún poseía su compañero, Carlitos y Tony hicieron un pacto con él en el que aseguraban que se convertirían en seminaristas de la Iglesia Católica. Ante los ojos atónitos de China la bartender, los tres amigos juraron que llegarían de la mano al sacerdocio. En aquel entonces, los tres tendrían 12 años de edad. Rubén les sirvió un welchito y arrancaron pa sus casa a jugar playsation y a narrarse entre ellos cómo es que se les estaban pelando las bolitas.

Pasaron tres meses. Y tres años. Y entonces, Tony, quien para ese entonces le comenzaba a salir un caminito de albaricoque debajo de la nariz, experimentó algo fuera de este mundo.

“Estuvo como cuatro horas en el baño del negocio y se formó una fila cabrona”, expresó Topo, sus ojos convertidos en dos piscinas de Las Cascadas.

“Cuando salió, dijo: ’¡Siento el espíritu de Capó!'”, apostilló Cuco, el de Río Piedras.

Sí… resulta que Tony escogió orinar en un urinal en el que sin querer a Pedro Capó se le cayó una pestaña. Capó solía visitar el mismo chinchorro de los Rivera Destino, “porque el Cuba Libre allí está en la madre”. Resulta que la mezcla de Cuba Libre pasao’ por riñones, el agua cagá de las tuberías de Yulín en los 2010s y las eternas ganas de joder que siempre tiene Pedro causan una fusión química que hace sentir el espíritu santo en la gente. Conocemos varios casos de chicas y uno otro chico que ya sintió el espíritu de Capó.

“Tony salió del baño del chinchorro y rápido pidió que le pasaran una bonga. Se dio como siete bongazos, alabó el nombre de Capó y se fue pa’l Vidy’s a bajar los monchies. El video de ese día lo tiene Bennet, pero los muchachos lo sobornaron que si el publica eso van a tirar la fotos que tiene wheeliando four tracks en la zona protegida del karso norteño junto a Rey Charlie”, puntualizó China.

Así las cosas, el gran responsable de que Tony, Tarrazo y Carlitos sean ahora pacientes de cannabis es Pedro Capó.

“Y ahora tienen un tema juntos. Me imagino que es sobre fumar filis y romper Denny’s”, subrayó .

 

 

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