Jarana

Ninguna ayuda es pequeña

Fuimos muchos los boricuas afectados por el paso de María por la isla, perdimos nuestros hogares, carros, trabajos, muchos decidieron irse a probar suerte en otros países. Ya hoy se cumplen dos meses y aún quedan muchos pueblos que están bien necesitados y es por esto que decidí junto a un grupo de gente buena ayudar al pueblo de Utuado. Ya sé que es uno de los pueblos que más ayuda ha recibido, pero ¿cuándo está de más un poco de ayuda?

Al comienzo cuando me comuniqué con mis amistades para decirles que quería que fuéramos a Utuado se me hizo hasta ambicioso querer llegar tan lejos sin ningún tipo de ayuda. Pero rápido nos movilizamos para ver qué ayudas podíamos conseguir. Es irónico ver cómo el boricua no da paso en la carretera, no saluda al llegar a los lugares, pasa sin pedir permiso, entre otras bestialidades… Pero cuando se trata de ayudar al más necesitado botamos la bola y demostramos que el boricua siempre está ahí para dar la mano. Comenzamos por lo básico, un contacto en Utuado y aprovecho para agradecer al agente de la Policía Arsenio Vélez, que puso todo a nuestra disposición para crear las rutas, la logística y nos hizo la vida más cómoda para lograr nuestro cometido. No estaba en nuestros planes meter la política en esto, no porque sean buenos o malos simplemente porque esto era una iniciativa genuina y no queríamos que nadie cogiera pon. Pero Abid Quiñones Irizarry, senador por el Distrito #22, se nos acercó sin hacer mucho ruido y gracias a él pudimos usar las facilidades de la Guardia Nacional en Utuado.

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Semana uno: reúno al equipo de trabajo en casa, sacamos el arte para la campaña en las redes sociales y comenzamos a regar la voz entre nuestros allegados. Fueron muchas semanas de trabajo, yo diariamente me comunicaba con el equipo de trabajo para ver que todo estuviera marchando bien, esas primeras dos semanas no recibimos ningún tipo de ayuda y les confieso que esto me asustó por dos razones, odio quedar mal, y de verdad sentía la necesidad de ayudar y me sentía impotente al ver que la ayuda no llegaba. También se le hizo el acercamiento a varias marcas las cuales por la iniciativa ser de un individuo y no de una marca reconocida pues no me podían ayudar, no se preocupen no las voy a mencionar yo soy mejor ser humano que eso.

Semana dos: se unió a la iniciativa la productora Cecilia Argüelles ya que ellas es de Utuado pensamos que hacerla portavoz nos ayudaría a que la gente nos quisiera dar la mano, viendo los tropiezos a la hora de pedir ayudas el podcast Coloquio toma el liderazgo y se le puso de nombre “Juntos ayudemos a:” ya que el plan es ayudar a otros pueblos, barrios, residenciales públicos. La iniciativa une esfuerzos con el chef Ventura Vivoni para no solo llevar, compras, agua, productos de higiene personal, si no que también llevarles comidas calientes.

Al principio se me hacía imposible creer que un chef reconocido como Vivoni se interesara en la iniciativa sin conocernos. Rápido que nos pusimos en contacto se puso a la disposición de la iniciativa. Gracias a mis colegas en los medios que le dieron foro a la actividad: WAPA Radio, Radio Isla 1320, Dando Candela, y sobretodo a Hermes por permitir dar foro a la iniciativa aquí en El Calce.

Semana tres: había que documentarlo todo y busqué al corrillo de Angel Films para este trabajo. Además de que usamos el estudio de Innovation Photo Studio de centro de acopio. Poco a poco fueron llegando compras pequeñas, compras un poco más grandes y cada vez que leía en el chat que se creo para el evento que llegaban más compras me llenaba un poco más de energía y de fuerzas para seguir hacia delante. Casi acabando la semana la gente se desbordó en ayudas, me llamaban a cualquier hora del día para explicarles cómo llegar al centro de acopio porque tenían el carro lleno de compra.

Semana cuatro: por eso de agregar un poco de emoción, el domingo en la tarde me enteré que un compañero de la universidad estaba desaparecido hace una semana en Chicago. Días después apareció vivo. Faltaban unos cuatros día para el evento y Vivoni nos escribe para decirnos que más personas se quieren unir a la iniciativa, que Selectos nos donó las compras para las comidas calientes y que además de las comidas calientes se nos unió la gente de Purina con su iniciativa “Purina te da la mano”. ¡Dieron 200 compras y comida para mascotas! También se juntó la familia de la Destilería Serrallés con su inicitiva “Somos Millones de Quijotes” ¿Qué nos puede salir mal? Era jueves en la noche y era momento de organizar todo y no nos imaginábamos que había tantas ayudas, el centro de acopio funcionaba bajo planta eléctrica, así que tuvimos que dejar todo para viernes durante la tarde y noche. Estábamos todos cansados pero satisfechos con el trabajo que se hizo.

Día del evento: me escribió Moncho, colega con quien grabo el podcast Coloquio, para decirme que pasó la noche en emergencia y que no iba a poder llegar. Me indicaron que desde la noche anterior estaba lloviendo para el área de Utuado, pero eso no nos iba a detener. Convoqué a los muchachos a las 6:30am en Carolina y a las 7:00am en Río Hondo. Nada de las cosas malas que nos pasaron nos importó luego de ver las caras de las personas al recibir su compra y comida caliente, nada empañó nuestro día, ni la lluvia nos desanimó. Ayudar a los demás te da las energía como para luchar en contra de cualquier gigante.

Tuve la oportunidad, junto a Radamés y Javier, de llevarle cajas de agua y almuerzo a una señora de 103 años y al llegar a su hogar nos recibió su hijo. Vimos a la señora con la boca abierta, nosotros pensando que tenía alguna condición por su avanzada edad, pero no. Ella estaba impresionada porque llegamos con ayuda. Nos agradeció y hasta bromeó con que Javi se estaba relamiendo por el olor de la comida. Acto seguido comenzó a cantar en agradecimiento ¿Que mejor paga que esa?

No todo fue perfecto, hubo errores en la organización. Nos mojamos, nos enfangamos, nos gritamos los unos a los otros, pero al final del día logramos nuestro cometido, que era ayudar a los más necesitados. Aunque cogimos tremendo tapón y se nos cayó el cielo al momento de regresar a nuestros hogares, íbamos contentos con esas caras felices gracias a algo tan sencillo como un almuerzo.

¿A qué quiero llegar con todo este relato? No tienes que ir a otros pueblos. Quizá tu vecino no tiene compra y esta noche lo puedes invitar a tu casa a comer. A lo mejor ya tienes luz y puedes dejar que algún familiar o amigo lave ropa en tu casa, no importa lo pequeña que se la ayuda siempre será bien recibida, la cuestión es hacerlo de corazón.

Quiero acabar agradeciendo a todos los que de una forma u otra apoyaron esta iniciativa, ya fuera con un share en Facebook, amaneciéndose conmigo, haciendo las cartas para pedir las ayudas, en fin, gracias a todos. No me voy a cansar de darle las gracias.

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