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Paco Ayala siempre ha asimilado bien esta cosa del éxito, aunque le parezca extraño. De hecho, se rasca la cabeza pensando cómo fue que lo que empezó como una excusa para rocanrolear se volvió en uno de los referentes principales de la actualidad en cuanto a rock latinoamericano se refiere.
“Ya vamos para 23 años de vida”, comienza a decirle el integrante de Molotov, un músico híbrido que lo mismo toca el bajo y compone, que se sienta a tocar batería cuando le toca a Randy 'el gringo loco’ Enright servir de vocalista principal.
Oh, la adultez rockera. ¡Y qué duro ha sido llegar a ella! Esa bestia que llaman Molotov sobrevivió varias debacles de la industria discográfica. Se adaptó a la época del internet. Vio el cambio de milenio y cómo el presente, “como los casetes o los vinilos, de repente se volvió algo vintage. Sí, los muchachos que empezaron cantando al desamor con controvertibles temas como Perra Arrabalera o Matate-te-te ya llevan más de dos décadas rockiando, Molotov ya está grande.
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“No sé si la música envejece o uno se hace viejo tocando la misma guitarra. Ya vamos pasando el par de décadas y cuando nos escuchamos podemos decir que tocamos de otra forma. Creo que una de las claves para llevar tanto tiempo es que la esencia no se transforme demasiado”, dispara a través de la magia del celular, desde algún lugar en el Distrito Federado de México.
Era la época de los discos compactos y el cable TV mórbido, mediados de los 90, cuando la irreverente actitud de Molotov irrumpió en la escena musical. Sus letras no eran de mucho agrado para el establishment: lo mismo arremetían contra el gobierno de México que contra el orden mediático que en aquel momento lideraba Televisa, en una década en la que los imperios de las comunicaciones seguían consolidándose a nivel mundial, a pesar del cambio que estaba a punto de suceder con el internet.
Las letras de Molotov hacían eco de distintos sentimientos musicales que se vivían en el rock latinoamericano, con composiciones de corte social siendo entonadas de distintas formas por colegas como sus compatriotas de Café Tacvba o los grupos argentinos A.N.I.M.A.L. o los puertorriqueños de Puya o los venezolanos de Desorden Público. Los tiempos cambian, claro está, y con la amalgama de posibilidades musicales que ahora abundan con tan solo tocar un botón, hay que expurgar bastante para encontrar contenidos de temática social gruesa, como los que exponía Molotov en los 90. Parece que los artistas ahora andan en una zona de confort muy aguda, más cómodos que Braulio Castillo, padre en el anuncio de las sillas reclinables.
“Yo creo que han salido bandas que no son tan explicitas en hablar de los temas que nosotros tocábamos, aunque eso no les quita la visión, en cuanto a lo que es su entorno. Lo que creo es que sí se ha perdido aquel afán de confrontar los problemas, las sociedades, la autoridad mediante el rocanrol, en asumir esa lucha de desigualdad”, expresó Paco.
“Hay nuevos géneros de música, hay cosas nuevas, hay bandas distintas, cantantes distintos, que les ha ido bien, pero no sé si le falten ganitas de decir las cosas como son. Nosotros lo seguimos haciendo, porque es una obligación en la música e incluso es divertido. Pero bueno, yo no puedo hablar por los demás artistas, no tengo idea de lo que piensan o sienten”, añadió.
O sea, esta gente son los que cantan 'Dame el Power’, una canción en la que plantean que el pueblo mexicano debe tomar el destino en sus manos, ante lo quebrantado que ha quedad el sistema gubernamental de esa gran nación gracias a la corrupción, una problemática que puede palparse en la mayoría de los países de Latinoamérica, incluyendo Puerto Rico. Molotov es el combo que fusiló al racismo que se ve en Estados Unidos, en especial en la frontera, con aquel tema llamado 'Fijolero’. Ahora mismo, en tiempos en que la división ideológica con respecto a la raza y a la migración va hiperbolizada por ese monigote mediático conocido como Donald Trump, la voz que desde años lleva alzando Molotov se hace más importante que nunca.
“Bueno, pero también desde acá, toda esta percepción con Trump a veces se hace muy extraña. Y es que no ha sido el único presidente que ha hecho estas cosas, con respecto a la migración. Esto es algo con lo que prácticamente uno nace y crece acá en México, en especial en los estados del norte, que hacen frontera con Texas, California y Arizona”, discernió Paco.
“Lo que sí, es que Trump y sus actitudes han agudizado algo que ya era delicado en la frontera. Su populismo empezó a despertar unos sentimientos bien feos, de intolerancia, en cierta población de Estados Unidos que lamentablemente se está convirtiendo en una afición, algo que va mucho más allá de lo normal a lo que estamos acostumbrados. Eso es muy peligroso”, acotó.
En México, mientras tanto, ha habido un cambio grande en cuanto a poder político se refiere, con el triunfo del candidato del Movimiento de la Regeneración Nacional (MORENA), Andrés Manuel López Obrador, de quien Paco también tiene su particular visión.
“Pues yo no voté por él. Me parece un candidato que a base de populismo se hizo de mucha fuerza, pero, pues, es lo que nos tocó. Uno no se puede quejar si quieres ver al país bien. Hay que verlo con buenos ojos, y seguir cuestionando para que el país salga adelante. Nunca ha gobernado, así que no nos queda creer en él, en lo que proponga el gabinete”, expuso.
“Para nosotros es una esperanza. Lo que sí es que hay mucho trabajo por hacer. Una de las problemáticas principales de México es la desigualdad, el crecimiento de la pobreza extrema, donde vive gente más allá del tercer mundo, lugares sin electricidad, sin agua potable, en condiciones raquíticas. Ahí es donde los políticos van a ganarse el voto, pero luego hay que regresar a hacer su trabajo. La pobreza extrema y el tema de la corrupción en México, que también pasa en todos lados, es lo que necesitamos resolver un poco para que el país avance”, apuntó Paco, quien también es productor de varios proyectos independientes, como su EP de 2007, El plan de Ayala, y mucha de la música de la banda De Nalga.
Así las cosas, con la mente aún puesta en decir lo que piensan y ya en una etapa de adultez roquera, Paco llegará a Puerto Rico junto a sus hermanos molotovianos: Micky 'El Huidos’ Huidobro, Tito Fuentes y Randy 'Gringo Loco’ Ebright. Sus seguidores ya salivan pensando en la presentación que darán el 8 de septiembre en el Centro de Convenciones de Miramar. En esta etapa de sus carreras, dijo Paco, llegan inspirados en todo lo que ven cuando van de gira, “bandas chingonas como World Tribe y 21 Pilots me gustan”, pero sobre todo “esas bandas viejas que siempre se han mantenido haciendo lo que les gusta, que no tocan para sentirse pretenciosos”.
“Nosotros no buscamos llegar al mainstream, ni hemos pretendido ser algo que no somos. Todavía va por ahí lo de nosotros, eso de aferrarse a lo de uno, a eso de no querer quedar bien con nadie. Yo creo que es la única forma de mantenernos”, subrayó Paco, recordando que en agosto se publica otro proyecto que quizás acentúa esta etapa de adultez rocanrolera que ha alcanzando la banda: un disco de MTV Umplugged, “algo que llevaban 18 años pidiéndonos MTV y nunca decidíamos hacer”.
Sip, Dame el Power y Más Vale Cholo en guitarra acústica. Imperdible.