Ayer se celebró la toma de posesión del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. En medio del festín nacional, fueron varios los funcionarios de gobierno que le llegaron a la ceremonia del mandatario mexicano, entre ellos el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y la hija del presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump.
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Sin embargo, ni la presencia del Rey Felipe VI de España fue suficiente para opacar la presencia de lo que los medios mexicanos llamaron la “izquierda dura latinoamericana”. Se trató, pues, del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, y el presidente de Bolivia, Evo Morales.
De acuerdo con el nuevo presidente de México, se viene la cuarta transformación socioeconómica en la historia mexicana. Eso, según aseguró, supone una ruptura total con las tendencias del neoliberalismo y enfocar los esfuerzos gubernamentales en la gente de abajo. En ese sentido, ya comienza a comentarse la posibilidad de que el nuevo gobierno mexicano esté alineado con Maduro, Canel y Morales. Usted sabe, por aquello de hablar de dictaduras y eso.