Era el año 2005 cuando una voz áspera como un güiro comenzó a susurrar los oídos de quienes escuchaban el álbum “Sangre nueva”. Con cuatro pies y seis pulgadas de este estatura, este gigante de la canción se abría paso en un género en el que las traiciones y las puñalás son la orden del día. Su nombre era Arcángel, y aunque el apodo que más le convenía era Murciélago por su gran parecido con el alado mamífero, llegó al reggaeton junto a De La Ghetto para convertirse en uno de los dúos más queridos “de la nueva” para aquel entonces.
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Hay que destacar que Austin Santos se hizo famoso rápidamente por su tiraera con el reguetonero “más viejo de la nueva escuela”, el señor Franco El Gorila. Ambos exponentes se sacaron chispa cada vez que se enfrentaron liricalmente, y aunque “la máquina de guerra” nunca pudo pegar muchos palos a pesar de estar bajo la tutela de WY Records, Arca no solo prendió la calle con sus tiraeras, sino que también hizo un par de palos “pa’ las nenas”. Mientras la fama de Arca seguía creciendo, De La Ghetto estaba obsesionado con cantar finito, algo que sería un problema ya que sonaba bastante annoying.
Esta dupla de cantarines urbanos no duró mucho, ya que Arcángel quería volar alto y un cebado De La Ghetto le impedía abrir sus alas; así que a Papi Arca no le quedó más remedio que salir de la compañía Baby Records, cuyo dueño era Zion, y se fue como solista. ¿Qué sucedió? Sencillamente se quedó con el canto. Aunque tenía 25 años y el rostro de un anciano, el señor Santos continuaba haciéndose llamar “el chamaquito del callejón”, y no temía iniciar una guerra con el que sea. El ego de este pequeño hombre era inmenso, y al no tener filtro para decir lo que pensaba, sus enemigos siguieron aumentando. Este enano siniestro estaba saboreando la fama, el éxito y las chapiadoras, y en sus canciones le gustaba recordarle a su público que “él tenía dinero por estar bendecido”. Arcángel estuvo en una época tan oscura y mística que cada vez que abría la boca era como escuchar la versión ‘dark’ de Walter Mercado.
Después de mandar a Franco El Gorila a las filas del desempleo, no titubeó en guerrear con Jowell y Randy, y hasta se enfrentaron en un concierto donde salió seriamente derrotado por “los más sueltos”. Arcángel no aceptaba esa derrota, así que enfiló sus cañones hacia Cosculluela, con quien comenzó una guerra por un comentario de “prendas exóticas” y en el que insinuaba que “el blanco perla” compraba bisutería, algo que Coscu tomó en serio porque el ego de estos muchachos se basa en quien tiene más prendas. Arcángel estaba crecido, sin miedo a nada, hasta que se topó con Héctor El Father, quien lo puso de rodillas y le metió una bofetá. Nadie sabe las razones por las que esto sucedió, pero ese bofetón no amilano a Arca, quien luego decidió dispararle liricalmente a Polaco.
Este chihuahua del género urbano era una pequeña máquina de pelea, y no podía estar más de dos semanas sin discutir con alguien porque se ponía malo; es así como también decide entrar en guerra con Kendo, que se lo vacilaba en videos que subía YouTube junto a DJ Luian, mientras pedían en Burger King. “La marash” comenzó a promocionar un disco llamado “Diario de un soñador”, y cuando el señor Eddie Dee le tiró una puya en “Eso no va conmigo” diciéndole “no te copie”, frase que usaba Arca, este le contestó al señor Dee con el demoledor comentario de que “Eddie llevaba tiempo apagao”. Austin no temía en decir verdades aunque ofendiera e hizo la promesa de no quitarse las trenzas jamás para mantener su esencia. La fama de Arca duró hasta el año 2012, y desde entonces hemos visto a un pequeño hombrecito totalmente renovado. Atrás quedaron esos días de grabarse con “senda nota” insultando a medio mundo, y ahora se enfoca en dar consejos a los nuevos talentos. Tampoco olvidemos que Arca fue la inspiración de cantantes como Ozuna, y uno de los primeros que le dio la mano a Bad Bunny.
En el año 2019 continúa con un ego inmenso, pero ahora solo dispara verdades a sus colegas para que le bajen a la falsa película de dinero, joyas y botelleo. Con 33 años aún se sigue haciendo llamar “el chamaquito del callejón” y en estos días retó la muerte luego de que sufriera un pre-infarto en su chiquito corazón. Arcángel dijo que su corazón en tan grande que no cabe en su pequeña caja torácica y prometió volar más alto que nunca.