El Heartbreak Kid Shawn Michaels de la política nacional, ’Heavy Metal’ Juan Dalmau, puso a latir de nuevo las almas puertorriqueñas con el destello de luz de su mirada cuando realizó el único in-store exitoso que hemos visto en el Puerto Rico del siglo XXI de alguien que no use autotune ni pague payola, como hacen los artistas de reggaetón.
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Dalmau no es otro Lunay cualquiera que bebe cocuy: estamos ante una nueva fiera llena de pasión que no se veía en el PIP desde el día aquel que a Víctor San Inocencio se le olvidó decirle a Fernando Martín que le habían echao’ absinthe al tradicional ponche comunista (rojo rojito) que todos los Año Viejo le obsequia Kim Jong-Un a Rubén.
O sea, tanta entrega no se veía desde que a Irizarry Mora lo obligaban a salir a buscarse el round de heinekens durante los torneos de dominó que siempre ganaban la pareja de Marta Font y una juvenil y pizpireta María de Lourdes, aún con las trampas que se empecinaba en hacer García San Inocencio, con tal de acabar el juego rápido para ir a comer del flan que siempre traía Adrián a aquellos paris soviéticos.
Nada, para hacer este cuento aún más largo, pues les diremos que Juan simplemente firmó unos afiches ahí de lo más aquel. Veamos las fotos ahora del maestro de maestros y Jugador Más Valioso durante 10 años consecutivos de la Liga de Señorazgues, el señor Jones:
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Eso era todo. Usté duerma tranquile, que si no cogió afiche firma’o de Juan, tiene break de capear cualquier otro artículo de la quincalla que lleva de pueblo en pueblo y, más importante, usté firmarle un afiche a él el 3 de noviembre.