“Estoy esperando a que salga el sol”. Ninguna persona merece experimentar la desesperante incertidumbre que viven los puertorriqueños cada vez que anuncian la llegada de lluvia a la isla. Los niveles de ansiedad, estrés postraumático y depresión que experimentan los boricuas cada vez que llueve es inexplicable para muchas partes del mundo. Sin embargo, para quien vive el día a día en la isla es una eterna tortura que parece sacada del libro de Jigsaw o de la mismísima mente de un torturador. Y mientras ellos juegan a la lucha libre, el pueblo experimenta grados extremos de calor nunca antes vistos en todo el mundo sin electricidad y con la incertidumbre de si llegará algún día.
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Tomemos como ejemplo la Asamblea del Partido Nuevo Progresista, en adelante PNP, en el Coliseo de Puerto Rico, celebrada el pasado fin de semana. Jenniffer González, candidata a la Gobernación por el PNP, sacó una página del libro de la WWE y Backlash en el Choli. Parece que los asesores de J-Go ven lucha libre, porque salió por el público, vestida de roja y sintiendo la vibra de la audiencia presente. Encima llegó llena de felicidad y bailando al ritmo de la misma. Una hermosa mezcla de las dos entradas de The Street Profits de la WWE.
La entrada, nutriéndose de la energía del público, con ropa diferente previo a su batalla en el micrófono, contiene todos los elementos existentes de la industria de la lucha libre profesional. ¡Parece una guerra de promos constante! Me parece fascinante y frustrante a la vez, que la política sea un eterno show de lucha libre profesional. Lo único que falta es que se entren a bofetadas en el medio de un cuadrilátero, y eso ya ocurrió cuando sonaron a Romero Barceló.
Los luchadores tienen una frase que los ayuda a conectar con la audiencia. Ray González tiene el “Maldita Sea” y “Jaque Mate”, The Rock tiene múltiples frases como “Si puedes oler lo que La Roca está cocinando” y el mismo Roman Reigns tiene el popular “reconózcanme”. El discurso de Jenniffer González atado a comparar a Juan Dalmau con el comunismo suena a una promo de Hulk Hogan en los 80′s cuando luchaba contra Iron Sheik, Nikolai Volkoff y todos las amenazas extranjeras del universo que atentaban contra su casa, la WWE. Jenniffer por su parte continuaba comparándolo con lo que ella entiende que es lo peor del universo, Cuba, Venezuela y para añadirle algo y hacer el discurso de Romero Barceló diferente, le añade Nicaragua.
La extrema izquierda es fatal para cualquier país; pero la extrema derecha también es devastadora y nefasta para cualquier nación. En Puerto Rico, un país en donde han ocurrido apagones en medio de elecciones, persecución política a quienes destapan el caos de la extrema derecha, complican a los jóvenes el proceso de inscripción electoral con enlaces llenos de fallas y un sistema tan robusto como el de Luma, se respira en la cotidianidad isleña la extrema derecha que tiene un país entero a la venta. “Vi el futuro, y era maravilloso. No hay puertorriqueños”. En una isla en donde el gobierno continúa con su plan de gentrificación, en pleno 2024, en lugar de lucir como Hulk Hogan con su discurso, Jenniffer González ha terminado luciendo como Mr. McMahon.
El propósito de esta columna no es enaltecer una figura sobre otra. Es comprender que al menos una candidata está jugando a la lucha libre profesional para ganar popularidad y ser campeona mundial, o en este caso, Gobernadora de Puerto Rico. Oye, y Puerto Rico no es donde único ocurre. El ex Presidente de Estados Unidos e integrante del Salón de la Fama de la WWE, Donald Trump, ganó unas elecciones presidenciales y está compitiendo fuertemente para ganar otra elección utilizando la lucha libre como centro de su discurso, proyección, mercadeo y plan de trabajo, habiendo tenido hasta la misma Linda McMahon en su gabinete.
Mientras el país está sufriendo, J-Go está jugando a ser Vince McMahon. Hay mucha gente decente y con una verdadera intención de ayudar dentro del Partido Nuevo Progresista, al igual que dentro de todos los partidos. Igual que había personajes buenos dentro de La Corporación de Vince McMahon en la WWE. Pero al final del día, viendo su caminata de poder, su apatía por el sufrimiento ajeno y su pasión por alimentar su ego con aprobación externa, sabías que su líder, Mr. McMahon, te iba a jugar sucio tarde o temprano. WWE hizo una transición y fue adquirida por TKO. Si bien Mr. McMahon hizo cosas enormes por la industria de la lucha libre profesional, WWE alcanzó su mejor punto en el 2024 sin Vinnie Mac en sus filas.
Oye, se le agradece a Vince todas sus aportaciones. Sin embargo, su visión para la empresa en el 2023 y 2024 no permitían que la empresa evolucionara a convertirse en algo mejor. Lo mismo ocurre con Puerto Rico. Los partidos tradicionales aportaron mucho en su momento dado, pero actualmente, con ellos a cargo, el país continúa en una declive total mientras los líderes juegan a ser Vince McMahon en una guerra de promos en la WWE. Los políticos tienen sus “gimmicks” y les encanta la adrenalina que viven con el público aplaudiéndoles en un Choli lleno.
Pero puñeta, esto no es lucha libre, es la vida real. La lucha libre es cultura y patrimonio de Puerto Rico; pero déjensela a Ray González e Intelecto Cinco Estrellas. El 5 de noviembre del 2024 es nuestro WrestleMania. Históricamente han ocurrido cambios en dicho evento por el respaldo del público, como cuando Daniel Bryan ganó el Campeonato Mundial de la WWE en WrestleMania 30 o Cody Rhodes ganando el Campeonato Mundial Indiscutible de la WWE en WrestleMania 40. Podemos terminar con Hulk Hogan robándose el momentum y el título en contra de la voluntad del público en WrestleMania 9, o pudiéramos construir hacia el futuro con Cody Rhodes, siguiendo la voluntad del pueblo. La bola está en su cancha.
Este contenido publica gracias a un acuerdo de colaboración entre Lucha Libre Online y El Calce