Por fin ya salimos de La Casa de los Famosos y no los torturaremos con más notas sobre Maripily por un buen tiempo, bueno, mejor no prometemos nada, pues no dudamos que ahora Telemundo quiera hacer “El Penthouse de Macumba”. El martes comenzaron DOS nuevos realitys… ¿cuál es el problema? Son EXACTAMENTE LO MISMO.
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Wapa TV, canal que la gente no ve desde que Carlos Topacio “Topy” Mamery hacía trizas los tiernos sueños de aspirantes a cantantes en Idol PR, ahora viene con una apuesta que nunca se había visto en la televisión...¡embuste! La estación de televisión se fue con la fácil y montó un programa de cocina, igual que Telemundo al lanzar una nueva temporada de Top Chef VIP, pero ya le hemos dado demasiada atención a TeleFrijol los mexicanos por los pasados meses, y ya no soportamos más gente hablando en acento neutro. De hecho, aprovechamos la ocasión para decir que la comida mexicana está overrated y es más repetitiva que los sketches de Miguel Morales en “Men & The City”, ya que siempre tienen los mismos ingredientes, y solo se le cambia el nombre al libreto plato. Es por eso que cambiamos al canal 4, y vamos a concentrarnos de lleno en Súper Chef Celebrities de Wapa.
El programa animado por el comediante y amante al mayoketchup Luis Ponce, cuenta con doce “celebridades” -que en realidad son influencers y desempleados famosos de nuestra querida farándula local-, quienes demostrarán su limitada habilidad para realizar recetas bien complicadas como arroz blanco -hecho en arrocera- servido con atún de lata o Sopas Lipton con huevo.
Entre los participantes se encuentran la leyenda culinaria Luisito Vigoreaux, -a quien le gusta adobar todas sus carnes con vodka-, la merenguera Melina León, el exboxeador Iván “La hormiguita de Crunch” Calderón, la periodista Saudy Rivera, el influencer Luis Morales mejor conocido como el que sobra en el podcast de Burbu “Bebesauro” y Miss Gala quien se maquilló hasta para ir a parir… y si ella no le teme a las señales de su cuerpo en la cama de un hospital, imagínense lo que puede hacer aquí.
Sí, al principio les dijimos que son doce participantes, pero es bien importante que recuerden esto: es un programa de televisión local y no hay mucho presupuesto, así que tuvieron que dividirlos en dos grupos de seis porque no caben todos en el mismo estudio, excepto por Iván, quien es más pequeño que las esperanzas de un haitiano de convertirse en millonario. Los demás concursantes se medirán en el segundo episodio del programa y se les descontará el día si llegan a faltar al show.
Mientras que los jueces son el chef Enrique Piñeiro, quien no tiene autoridad alguna para juzgar, ya que disfruta quemar alitas con la excusa de la caramelización; el pitmaster José Edgardo Lucca (Lynet, nuestra editora de Sabrosía, ya nos explicó lo que es un pitmaster, pero eso se lo dejamos para otro día), y la chef Giovanna Huyke, que fue rescatada del frío desierto antes llamado WIPR.
En el primer programa, a los participantes les dieron la misión de hacer un arroz mamposteao con pechuga rellena de mofongo. En este momento, a Miss Gala le dio un infarto, ya que ella pensaba que venía a hacer cosas más sencillas como sándwiches de mezcla o a calentar Chef Boyardee en el microondas. Hasta este momento de la reseña pensamos que íbamos a tener que meterle chistes inventados para hacerla un poco más entretenida, pero no hace falta, porque aquí fue que la cosa se puso buena… y no estamos j*diend*.
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Luego de que hicieran la compra en el supermercado que montaron en el estudio, los participantes sacaron los cuchillos y los sartenes para meterle al fogón de la cocina. De inmediato, comenzaron los papelones: la primera fue Miss Gala, que se cortó una de sus carísimas uñas -pagadas por intercambio- picando un plátano maduro, y en ese momento comenzó su frustración; mientras que el Bebesauro, ni tan siquiera sabía abrir un pote de sal, ya que está acostumbrado a consumir este condimento en sobre, pues se los lleva de los fast foods. La representación de los influencers en este programa va a continuar alimentando el pensamiento de las doñitas que aseguran que nuestra generación no sirve para nada.
El Bebesauro no sabía ni prender la estufa -ya que su dieta se basa en usar la libreta de cupones de Burger King- y el chef Piñeiro tuvo que prendérsela pensando que estaba al frente de alguien más inútil que la enana de “Borinqueando” en una competencia de donqueos. Volvemos y repetimos: esto no es inventado, vean el programa.
Vigoreaux demostró su veteranía haciendo lo que le da la gana -pues Luis vive bajo sus propias reglas-; incluso, alteró la receta que dieron los jueces metiéndole frijoles negros al arroz mamposteao, algo que más adelante le costó puntos. Además, el déspota Luisón le prestó un sartén caliente a Saudy y la quemó con toda la intención de eliminar competidores. Con solo un episodio, ya sabemos que Luisito va a ser lo mejor de este programa.
Melina fue otra de las que impresionó, pero esto no lo dudamos, pues la señora León es madre y tiene experiencia cocinando revoltillo en el motor del carro; mientras Iván estaba dándole con sus pequeños puños a la pechuga como si esta fuera la cara de Alex “El Nene” Sánchez, la cantante ya tenía el fogón prendido al punto que hizo tres comidas -uno para cada juez- cuando lo demás participantes solo presentaron un miserable platillo.
Luisito también fue de los primeros en terminar su plato, y en ese momento se le salió lo de productor de televisión al mirar el desastre que estaban haciendo Miss Gala y el Bebesauro. El veterano cocinero de recetas inventadas por él mismo, no aguantó y tuvo que salir a rescatarlos, pues aunque Luis es un amargado cuando está sobrio, a veces su seco corazón siente piedad.
En un acto de heroísmo, Vigoreaux se salió de su estación con un sartén lleno de aceite de achiote para sazonar el arroz soso y pálido que estaba haciendo Miss Gala; y no solo eso, sino que fue a menearle la olla para que no se le amogollara el pálido grano a la experta en fashion. Luego, miró con desprecio el plato del Bebesauro, y no titubeó en decirle “zángano” en tres ocasiones por picar la pechuga antes de cocinarla. Esto es como cuando le enviamos las notas bien charras a Tío Macetaminofén, y él se encarga de darnos el jumpazo: Miss Gala y Bebesauro, los llevamos. 🫶
Los jueces pidieron a todos los competidores que alzaran las manos, ya que había terminado el tiempo de cocinar; al fin había llegado el momento de arriesgar sus vidas probando los misteriosos platos que los participantes habían preparado.
La más sobresaliente fue la señora León, quien rompió curva por hacer tres platos para los tres jueces, como si estuviera en un cafetín de Santurce. Curiosamente, Saudy -quien es de Jayuya y allí las mujeres aprenden a cocinar desde los ocho años- se llevó un regaño de la chef Giovanna por no amarrarse el pelo correctamente, y los tres jueces se tuvieron que beber un galón de agua por lo salada que estaba la comida de la presentadora. Uno de los jueces dijo “esto parece que lo meó AquaMan, después de una noche bebiendo Medallas” y otro juez exclamó “esto está más sala’o que Laura Hernández cuando se montó en el avión pa’ República Dominicana”.
A Iván -quien parece un majadero cigarrón- le quitaron puntos por servir demasiada comida en el plato, este se creía que le estaba preparando comida a un obrero de construcción a las nueve de la mañana; ustedes saben que los chefs odian eso de servir algo más que un chispito, ya que “lo mínimo” es la clave en sus degustaciones culinarias. El pitmaster Lucca humilló al exboxeador diciéndole que su mofongo parecía un revoltillo, le restó puntos por servirlo fuera de la pechuga rellena, y además gritó “nunca tuviste pegada en el ring ni tendrás el talento para cocinar porque tus manos son muy pequeñas”. Iván miró hacia el piso triste… como aquella vez a sus 22 años que le dijeron que no podía montarse en la machina de las tasas en unas fiestas patronales porque no alcanzaba la estatura mínima.
Por su parte, Miss Gala le dejó los filosos palillos de madera con los que espetó el bacon en la pechuga, y la chef Giovanna -quien al parecer tendrá el papel de villana entre los jueces (como el inmisericorde Topy)-, la observó con cara de asco, solamente pensando “¿cómo diantre sobrevive esta sobremaquillada mujer? ¿Sabrá hacer al menos unos mac n’ cheese de cajita?”
Luisito bañó la pechuga en ajo con “la receta secreta”, y Piñeiro sintió algo distinto en el arroz que no pudo descifrar…eso de seguro fue que le metió Tito’s. Al Bebesauro le eliminaron puntos por arrojar demasiados chicharrones en su plato… ¿se acuerdan que Luisito lo ayudó? Resulta que fue el Vigorizante quien le echó la bolsa de chicharrones y le embarró el plato…jajajajaja. (el canalla de Luis puede ser tu mejor amigo y tu peor enemigo a la misma vez).
Al principio, pensamos hacer una reseña tirándole al programa y a la TV local por -una vez más- no ser creativos y empujar un producto repetido, pero la verdad es que Luisito salva este programa. Creo que todos los que escribimos esta nota estamos de acuerdo que es mejor verlo a él que a José Luis Rodríguez “El Puma” derritiéndose en la cocina en la versión de Top Chef VIP de Telemundo.
Oye, hasta nos surgió una idea de hacer “La cocina creativa de Vigoreaux” en “El Penthouse de Macumba”... Metro, olvídense de Wapa y TeleFrijol Telemundo, nosotros tenemos que hacer este programa posible, sí o sí.
*En este artículo Alexis Zárraga puso dos o tres líneas, so, si alguien se ofende por sus pocas destrezas culinarias, es culpa de Fernando.
