La semana pasada, la misma gente que piensa que la guerra entre Yailin “La Más Viral”, Tekashi y Anuel es real comenzaron a llorar y “dejar de creer en el amor” tras conocer sobre la separación del artista favorito de Puerto Rico (antes que Bad Bunny), Ricky Martin.
PUBLICIDAD
El señor Enrique Martínez, cuyo nombre de pila parece de mecánico que tiene un poster de Taína en su taller, pero lo afina con su nombre artístico, confirmó que se está separando de su esposo Jwan Yosef. La relación de estos siempre ha sido bastante discreta, claro se les ha visto en múltiples eventos pero nunca hemos entrado a la intimidad del hogar de estos ni sabemos mucho sobre cómo se conocieron.
Como lo de nosotros es especular, aquí les traemos la verdadera historia de Jwan Yosef. Vamos a comenzar por el principio. Jwan Yosef, en realidad es Juan José, un humilde muchacho del barrio Maguayo de Dorado que le gustaba hacer graffitis en las paredes del barrio y correr banshee los domingos con sus panas.
Un día Ricky Martin estaba de camino a su mansión en Dorado y algo sucedió que se perdió hasta llegar al desconocido barrio de Tatito Hernández donde se encontraba Juan José bebiendo en el negocio de Felipe. Ricky se bajó a pedir direcciones y allí vio a Juan José metí'o en par de chichaítos algo que enamoró a Ricky a pesar del fuerte olor a Alcapurría que traía el graffitero de profesión.
Ricky le pidió a Juan José que le diera direcciones para salir del confuso y marginado barrio. El chamaco, sabía salir del barrio, pero desconocía que era eso de las mansiones de Dorado. Al momento Ricky le tocó la espalda y le prometió que le enseñaría este sector al cual solo puede entrar la gente bonita, con dinero o beneficiarios de la Ley 60.
Obviamente, el señor Martínez no se quiso montar en el banshee de Juan José por lo que se lo llevó en su Mercedes para que este le diera direcciones. Ese día Juan José conoció por primera vez lo que era un Mojito de Parcha y jamás en su vida volvió a tomar Medalla. Ricky quien lo dejó entrar a s mansión en Dorado le pidió que se bañara y se quitara los trapos sucios que llevaba como típico nativo de Utuado.
Ricky le prestó su propia ropa y le cocinó un pastelón de Sierra con el cual enamoró a su amado montañero. Ese día, Ricky bautizó a Juan José como Jwan Yosef para que no sonara tan cafre y simplón. Además, se inventaron la historia de que venía de Suecia con una mezcla rara de países que no sabemos pronunciar y ya no era “graffitero” sino pintor con una especialidad en artes de estudios hispánicos con concentración en drama. Algo parecido a lo que estudian los desempleados de Humanidades de la UPR.
PUBLICIDAD
De ahí en adelante, Ricky y Jwan se mudaron a Miami. Juan José pudo vivir la riqueza a pesar de tener que soportar las manías de Ricky.
Ahora, tras el divorcio Jwan volverá a ser Juan José y tendrá que volver a bañarse con el agua del Cañón Blanco.