El reguetonero boricua Farruko llegó en la noche de ayer, jueves, al Coliseo de Puerto Rico con la primera función en la Isla de su gira “La 167″. Ante la realidad de sillas vacías y con un público a la expectativa, el cantante hizo de la religión el punto protagónico del espectáculo.
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El concierto abrió con la pista de su éxito “Pepas”, y luego se movió a “Ki”, en el que lo acompañó O’Neill y Daniel Habif, el escritor mexicano reconocido en Latinoamérica por sus contenidos dirigidos a Dios.
Farruko anunció hace unos días que se convirtió a la religión tras tener un “encuentro con Dios” y que usaría sus espectáculos para llevar un “mensaje distinto” al que dictan sus canciones.
“Muchos se negaron a este llamado pero seguimos orando por ellos”, expresó. “La noticia de que Farruko se convirtió ahuyentó a muchos pero motivó los que están aquí. Gracias por ese cariño”. Así entonces, “Jíbaro”, “Borinquen bella” y “asignatura pendiente”, fueron las canciones usadas por Farruko para llevar un mensaje de amor a su Isla.
“Les confieso algo, aunque he vivido mucho tiempo en Miami, mi corazón siempre seguía acá (…) mi corazón siempre ha estado en Puerto Rico”, expresó. Farruko explicó que este concierto era diferente pues el público tendría un artista “de tú a tu”, a diferencia de sus conciertos pasados, cuando “me paraba a cantar mis éxitos uno después del otro”.
Con esto interpretó “El Tiempo Pasa”, seguido de otro importante tema: “Calma”, en el que le pidió a la audiencia guardar sus teléfonos para disfrutar del momento. “Que me digan loco, yo les voy a poner esa semillita de amor aunque se me caiga la carrera”, sentenció. “Yo no necesito tenerlos prados brincando para alimentar mi ego. Yo necesito su paz, su tranquilidad”.
Farruko expresó que el público conocería no solo al artista sino a Carlos Efrén, como se le conoce por su nombre de pila. “Este show no es un culto, es un testimonio de vida y un agradecimiento a aquel que está allá arriba que me cambió”, aseguró.
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Así, comenzó a narrar una historia de amor de su juventud, la que mezcló con los coros de éxitos de su pasado como “Hola Beba”, “Cositas”, “Web cam” y “Titerito”.
Farruko interpretó después su propia versión de “Que Hay de Malo”, el tema hecho famoso por el salsero Jerry Rivera. A este le siguió “Te Iré a Buscar”, tema que lanzó en el 2010 y fue clave en su llegada a la fama.
Luego, cantó un éxito más reciente, “Chillax”, aún mezclándolo con historias de su juventud y sin interpretar las canciones a su totalidad.
“Fantasía” y “La Tóxica” fueron los siguientes temas. Entre risas del público mientras contaba su historia romántica, Farruko continuó el concierto con “Nadie”, “XOXA”, “Mi Romo” y “My lova”.
Farruko recibió aplausos del público al explicar que no estaba predicando pues no tenía una biblia debajo del brazo o una corbata puesta.
El concierto continuó con el cantante arrodillándose en el escenario, donde aseguró que hace años atrás, “el amor se había muerto en mi. Farruko estaba pegado, lo veías en los premios pero por dentro Carlos estaba en una depresión que se lo estaba llevando el diablo”. Después, se levantó y el Coliseo se sacudió al ritmo de su éxito “6 a.m.”
El momento de transición del concierto llegó al ritmo de salsa con “La Bendición”. Al finalizar la interpretación, aseguró que “Dios cambia a uno (…) No me avergüenzo de decirlo, al revés, si por ahí pasa un gato también le voy a predicar y le voy a hablar de Dios”, dijo.
Las historias del pasado continuaron siendo protagonistas, esta vez al ritmo de “Mi forma de Ser”, “Real Guerrero” y “No Hago Coro”.
Al cantar “Delincuente”, Farruko habló del momento en que fue arrestado por autoridades federales, asegurando que eran momentos oscuros en su vida.
Por otro lado, el cantante dedicó la canción “Guerrero” a Ankhal, el joven rapero que fue herido de bala la semana pasada y aún lucha por su vida. Incluso, oró ante el público por la recuperación de quien, según dijo, considera su hijo.
Luego, Farruko cantó “una lágrima” en honor a los fallecidos por el COVID-19, mientras las luces de los celulares alumbraban el Coliseo.
“Yo te Extrañaré”, famosa por la interpretación de Tercer Cielo y “Helicóptero” fueron las siguientes canciones en el repertorio de Farruko.
Un poco más de dos horas después del inicio del concierto, Farruko dio al público la canción más esperada: “Pepas”. Sin embargo, solo cantó unos fragmentos de la canción y dejó la pista sonar. Esto no sin antes contar que no se siente orgulloso del tema. “Aunque me cueste cantarla yo sé que les trajo alegría después de la pandemia”, expresó.
Llegando el final de su primer espectáculo en el Choliseo, Farruko interpretó “Incomprendido” e “Incompleta”. Luego de estas canciones, Farruko sorprendió al público con un invitado: Almighty.
El también convertido artista se reencontró con Farruko en el escenario, donde le agradeció por haberle “enseñado el mundo”, donde se dio cuenta que la fama no le interesaba. Ambos hablaron de estar en “el equipo ganador” y cómo la fe los unió nuevamente.
“Gracias” fue la canción que cerró el concierto de Farruko, quien apostó a que sus tres conciertos en el Coliseo de Puerto Rico, sean un espacio de desahogo sobre su nueva vida en la religión.