Jarana

¡Santo pecado! Tata no quiere que te cases con tu chill@

No debe haber duda alguna de que estamos en los últimos tiempos. Gime Gomorra y el pecado reina en la tierra de los mortales. Por eso, ya es hora de ponerle vergüenza al mundo de los párvulos pervertidos y de hacer valer la palabra sagrada de las escrituras sacrosantas.

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Por suerte —y por gracia divina, claro está— en Puerto Rico contamos con líderes políticos de la talla de la honorable Tata Charbonier, quien luego de emprender su campaña de amor y paz contra la comunidad LGBTT, quiere ponerle punto final a la chillería. Sí, en una era en la que reina el onanismo, el cumswapping, el bukake y las golden showers, estas orgías impías deben ser disipadas lo antes posibles, según la prócer.

¡Cuidado con hacer el cabrito en precipicio en días de semana o aplicarle el cangrejito a tu pareja!

Doña Tata no quiere que te cases con ese ser mágico que en aquel viejo motel sembró la semilla que germinó en el dulce abismo de la lujuria, dónde el cíclope venoso derrama lágrimas que brillan al caer, y por eso no hay cambios en cuanto a ese estatuto.

Y es que el nuevo Código Civil, presentado por la Cámara de Representantes, plantea prohibir el matrimonio a adúlteros, con la persona que adulteró, manteniendo una premisa de la década del 1930.

¡Dícelo Luisito!

El artículo 406 establece ya los impedimentos para contraer nupcias pecaminosas.

Desconocemos qué piensa nuestro martir supremo, Georgie el “Machine Gun” Navarro, pero lo que sí es que la cosa parece ir enserio. Tata no quiere aventuras que hagan que la mente para nostalgias. Tata tampoco quiere más sábanas blancas mojadas por recuerdos que hagan que los seres humanos terminen dibujando cuerpos devorados en la cama.

¡TATA QUIERE LASTIMARTE CON DESEOS DE JUSTICIA!

Tal parece que solo quedará escuchar música de Lalo Rodríguez y Tito Rojas, o una que otra bachata de “El Torito”. Llegó el momento de hincar rodillas por fe a las virtudes del hastío y consagrar el imaginario de un mundo binario. Pero sabemos que eres de los que se siente como un juguete en los brazos de la sinrazón y te ahogas en el mar del pecado cada vez que te da calor.

¡Siempre serás!

Solo te dejamos claro que de ahora en adelante la cosa se pone pelúa y en cada pequeña muerte tendrás que persignarte por aquello de volver más viv@ que nunca.

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La medida contiene cambios a todos los libros del Código: Personas, Familia, Derecho Real, Obligaciones, Contrato y Sucesiones. Entre los cambios más significativos establece el matrimonio como una institución civil que procede de un contrato civil entre dos personas, además se reduce de once a cuatro las causales de divorcio: adulterio, trato cruel, consentimiento mutuo y ruptura irreparable.

Por si acaso, el enuevo Código Civil, presentado una actividad protocolar ayer en el Capitolio, modifica además los otros impedimentos para casarse.

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