Hasta hace unos meses Ponce (su gran ego de parking) encabezaba la posición número uno de la lista de pueblos que no me simpatizan. No obstante, al razonar y darme guille de conductora de Uber por el área metro, me di cuenta que existe un lugar PEOR que ''La Perla del Sur’’ y lo es, nada mas y nada menos que, Guaynabo City. A continuación te presento las cinco razones:
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5) Rotondas
No sé si son los aires de realeza o qué, pero no entiendo la necesidad del alcalde de saturar de rotondas a Guaynabo. Lo peor de todo, son las botadas y vueltas que los residentes y visitantes del pueblo tienen que soportar por este tipo de infraestructura.
4)Hoyos
¡Tranquilos!, que las rotondas no son lo único molestoso en la carretera, ya que Guaynabo tiene rotos en cada esquina. Los cuales hacen acto de presencia desde la carretera vieja que colinda con Aguas Buenas hasta el edificio de City Hall. ¿Pero este pueblo no era lo más cercano a esas “ciudades alfombradas” de los Estados Unidos?
3)Monte
La naturaleza es lo más hermoso que tiene esta pequeña isla. Sin embargo, Guaynabo desata mi furia cuando me hace transitar (especialmente durante la madrugada) por montes ajenos a mi vista y conocimiento. ¡Tanto city, para nada!
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2) Guaynabitos
¿Pensaban que me había olvidado de ustedes? ¡Pues no! Prohibido olvidar sus caras y acciones, guaynabitos. Si algo detesto, bien en serio, son los hombres guaynabitos que esperan a sus futuras jevas en la entrada de Brava. Esos mismos que se caracterizan por su spanglish, afán de tener mucho dinerou, tomar vino tintou y jugar golf. ¡Ay, fo!
1) Hector O’Neill
Comencemos con el macho alfa de pellejos caídos que se hace llamar alcalde de la ''Ciudad de los Conquistadores’’, a quien en su tiempo de ocio parece gustarle la violencia machista y esparcir fluidos corporales en oficinas ajenas. Asimismo, investigar aquellos periodistas que destapan y difunden sus secretitos.