La historia ya está hecha: Wesley Vázquez finalizó quinto, con un tiempo de 1:44.48, en la final de los 800 metros del Mundial de Doha, Catar.
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Cuando el reloj marcó las 3:15 de la tarde, en la Casa Olímpica hizo eco el silencio. Parte de la comunidad olímpica se dio cita para vivir la emoción de la carrera y, justo cuando se dio el disparo, Wesley salió como una gacela.
El nuestro fue a hacer valer su plan, a jugar con el tiempo, a buscar la punta y sacar de paso a los que llegaron con etiqueta de favoritos.
Javier Culson, el último en correr una final mundialista por Puerto Rico (400 metros con vallas en 2013), observaba el desarrollo de la prueba sereno, como flotando en las memorias y con la tranquilidad de un seguro inmortal del deporte nacional.
Ya en la primera recta lejana nuestro medallista de plata en los Panamericanos de Lima estaba al frente, con ventaja de unos tres cuerpos. Se llevó los primeros 400 metros en 48.96 y en la segunda recta lejana se nos quedaba sin gasolina, con el corazón que se le quería salir por la boca para mantenerse en el podio. No fue suficiente y terminó en un digno quinto lugar.
El ganador de la prueba fue el juvenil norteamericano Donovan Brazier, quien detuvo el cronómetro en 1:42.34, su mejor registro, seguido de Amel Tuka, de Bosnia, quien logró marca de 1:43.47, y Fergunson Rotich, con 1:43.82.
“Creo que hubo demasiada confianza. Me sentía demasiado bien. Creo que pasé la primer vuelta muy rápido. El ritmo fue de récord del mundo. Ya en los últimos 220 sentí el cansancio, no me sentí igual que en la semifinal. Creo que siendo un poco más inteligente podía llevarme alguna de las medallas, plata o bronce. Pero estoy entre los mejores cinco del mundo, que es lo importante”, manifestó Vázquez luego de finalizada la carrera.
El boricua, de 25 años, es el primer corredor nacional que participa en una final mundialista en los 800 metros. No ganó medalla, pero se llevó un aplauso de pie de su gente en la Casa Olímpica.
“Esto no se queda aquí. Ahora a trabajar fuerte para las olimpiadas. Ya sabemos que estamos entre los mejores y vamos por las medallas”, puntualizó, a la vez que reconoció la labor de Ryan Sánchez y Andrés Arroyo, quienes también estuvieron activos en Doha.
Flores de Culson
Por otra parte, Culson aseguró que este quinto puesto de Vázquez no es más que un aperitivo en comparación a las grandes cosas que va a vivir el atletismo puertorriqueño con la nueva generación.
“Va a seguir escribiendo historia. Tiene un mundo por delante y un equipo de trabajo muy bueno que lo está haciendo bien”, soltó la leyenda. Y cuando en la conversación se sumó el nombre de Luis Joel Castro, que clasificó a la final de salto alto, también habló desde el corazón.
“Son los pupilos, los querendones de la isla del encanto. Es histórico, tres corredores de 800 metros y dos finalistas en un mundial”, sostuvo.
Culson ve a Wesley Vázquez en la final de los Juegos Olímpicos del 2020.
“Lo veo en la final. Van a presentarse más atletas que no estuvieron presentes [en el mundial, pero Wesley se va a preparar. Tiene un equipo de trabajo extraordinario”, puntualizó.
Vázquez llegó a la final con el mejor tiempo (1:43.96). Su mejor marca personal hasta la fecha es de 1:43.83.
Final de salto alto viernes
Por su parte, Luis Joel Castro, logró clasificación a la final del salto alto, al superar la barrera de los 2.26 metros.
La marca personal del boricua, de 28 años, es un salto de 2.29. En la temporada, su mejor conquista ha sido rebasar los 2.28 metros.
El evento final contará con mucha calidad en el listado de participantes, entre ellos Maksim Nedasekau, que clasificó con salto de 2.35, su mejor marca hasta el momento. El mejor registro entre los finalistas es del local Mutaz Essa Barshim, con un salto de 2.43. No obstante, su mejor marca de la temporada es un 2.29.
De los 12 finalistas, nueve han superado los 2.30 metros esta temporada (dos de ellos bajo techo). Castro hará el turno 12 y la barrera comenzará en los 2.19 metros. La final del evento será el viernes.
Como dato curioso, ambos atletas son producto de la LAI. En el caso de Vázquez, defendió los colores de la Universidad del Turabo. Mientras, Castro hizo lo propio con el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.