El sábado, el óvalo del emblemático estadio Francisco “Paquito” Montaner, en Ponce, se prenderá en candela con la acción del atletismo de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI). Ryan Sánchez, del Recinto de Gurabo de la Universidad Ana G. Méndez, es uno de los caballitos del patio que buscará hacer historia en los 800 y 1,500 metros.
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Ryan es, seguramente, la figura masculina más prometedora del atletismo boricua a nivel internacional y, en marzo de este año, registró la mejor marca de la temporada para los 600 metros a nivel mundial, parando el cronómetro en 1:14.52. Asimismo, el carolinense es dueño y señor de la marca LAI para los 800 metros (1:46.06), evento que ha dominado a gusto y gana por los pasados dos años.
Para este fin de semana, el objetivo de Ryan es superar la marca que estableció en la pasada edición de las Justas.
“La meta era buscar la marca en los 1,500 metros, pero esta semana los planes cambiaron. Estaré buscando nueva marca en los 800 metros, ese es el enfoque. La idea es tratar de conseguir la marca mínima de Lima 2019. Yo voy a salir por ahí p’abajo en los 800 metros a romper la marca que ya es mía y, si me pongo más ambicioso, ahí mismo sacamos la marca mínima del Mundial de Doha, Catar”, le aseguró a El Calce el medallista de plata centroamericano, quien no descartó la posibilidad de romper la marca nacional para el evento.
Aquí les traemos una galeriíta del perspicaz lente de Joíto Encarnación, jr.
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Para este boricua de sangre fría, no hay enemigo pequeño, pero tampoco hay enemigo grande. En ese sentido, Ryan le aseguró a este medio que el enfoque será la clave para lograr cualquier cosa en la Ciudad Señorial.
Cuando se le preguntó a Ryan por qué un atleta de su calibre sigue ansioso por continuar cosechando frutos en el deporte universitario, el muchacho de 20 años soltó una sonrisa y habló claro. Quiere terminar sus estudios, porque los considera una prioridad.
“Yo estudio sistema de información y, fuera del ámbito deportivo, quiero lograr un título universitario”, dijo. “Hace falta dedicación y sacrificio. El apoyo y el trabajo también. Y no es fácil; el estudiante atleta depende de lograr un balance con lo académico y lo deportivo”, destacó.
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Luego de las Justas, Ryan tiene tres competencias confirmadas: una en Boston, otra en París, Francia; y la tercera en Irlanda. Pero de nuevo, Ryan es una de las cartas principales de Puerto Rico para los Juegos Panamericanos de Lima, que están a la vuelta de la esquina. Por tanto, el chamaco no desaprovechó la oportunidad para calentar los ánimos.
“Vienen medallas en la LAI, vamos a doblar eventos en los 800 y 1,500 metros. Y en los Panamericanos, vamos a luchar el oro, para el desquite del año pasado (cuando se tuvo que conformar con la plata en la final de los 800 metros en Barranquilla, Colombia)”.
Para Ryan, el proceso de llegar a donde ha llegado representa un orgullo, porque —según confesó— no se esperaba nada de lo que ha vivido a su corta edad.
“Yo empecé espectacular este año. Es bien adelantado, hablando en términos del plan de trabajo. Eso (del tiempo en los 600 metros) fue algo que salió de sorpresa, no fue buscado. Y nos pone entre los mejores tres en los 800 metros a nivel panamericano, y a nivel mundial estaríamos hablando de que pudiera estar en una final. Vengo de abajo, y con mucho sacrificio y orgullo puedo decir que se lo debo a los estudios, a ser estudiante atleta”, sentenció.
Y si usted piensa que el hecho de que Ryan sea estudiante del sistema privado lo privaría de solidarizarse con el corillo de atletas del Sistema UPR, a quienes le aumentaron la matrícula y le redujeron las exenciones en un 50 % el año pasado, sepa que aquí la solidaridad está latente.
“A los estudiantes de la UPR les digo que no callen nada. No se dejen oprimir en cuanto a las ayudas, que se expresen. Yo fui uno que, aunque estudio en universidad privada, pasé por lo mismo en cuanto a becas deportivas. Pero gracias a que me expresé y luché, los problemas se resolvieron. No se queden callados y luchen por sus derechos”, puntualizó.