Tan confiado como solo los buenos pueden estar, Ryan Sánchez Estrada comenzó la semana declarando que tenía planificado romper tanto el récord de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI) que estableció en las Justas de 2018, como el récord nacional en la carrera de 800 metros de estas Justas.
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Con el uniforme del renombrado Recinto de Gurabo de la también renombrada Universidad Ana G. Méndez, Sánchez Estrada tomó la pista del estadio Francisco “Paquito” Montaner en Ponce, y se hizo sentir. Halado el gatillo y sonado el disparo, el carolinense despegó del resto, dejando amplia distancia entre él y su más cercano oponente. Pasada la primera vuelta, Sánchez Estrada, con unas trenzas rosadas bailándole en la espalda, se desligó rápidamente de sus rivales, cual gacela en la pradera. Cuando tomó la última curva, el resto de los atletas hacían su propia carrera, por el segundo lugar.
Llegando a la meta, Ryan se detuvo, abrió los brazos y esquivó los intentos que realizó la gente buena de WIPR para una entrevista. Habiendo roto su propio récord, estableciendo 1:44.82 y dejando en el pasado el 1:46.06, el caballito se fue a descansar para dar otro espectáculo en el evento de los 1,500 metros, pero eso no le estuvo bueno a algunos.
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“Déjenlo descansar”, gritó la gente que, evidentemente, sabía la que había. Su entrenador le apoyó en el esfuerzo de escapar de las garras de las cámaras.
Y se desató el lloriqueo de dos o tres.
“Sánchez no está preparado para eso”, dijeron unos cuantos. “Culson no se atrevía a hablar, este sí. Lo hace porque es para’o”, continuó el análisis. “Los medios de comunicación estamos para informar, ellos [los atletas] también necesitan de nosotros”, añadió otro sobre ese imaginario de “humildad” que realmente no viene al caso.
Lo que debe quedar claro es que Ryan va derechito para los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y está coqueteando con una participación en las Olimpiadas. En su tercer año en la LAI, ya ha roto récords en dos ocasiones y no parece tener intenciones de detenerse en la búsqueda de lo más alto del atletismo.