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“La vida sigue, hay pandemia, pero la vida sigue…”, dijo Eddie Casiano, como lanzando un lazo en la chola de un ternero salvaje, de los que se escapan a veces allá por Lajas, donde tiene la pizzería Piculín.
Eso fue durante una entrevista el pasado lunes, un día después de que Puerto Rico se desplomara peor que el Observatorio de Arecibo ante México, con marcador 81-56 en uno de los partidos de las ventanas clasificatorias para el AmeriCup 2022 de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).
Si las mentalidades fuesen T-Shirts, esa debiera ser la T-Shirt que el planeta se tendría que poner en este momento, ¿no? O sea, ya se sabe que el Covid-19 está ahí. Quienes tengan obstáculos para trabajar juntos por esto, deberían superarlos, o al menos eso es lo que toca.
Con la indirecta, Casiano se refiere, específicamente, al pulseo entre la Federación de Baloncesto de Puerto Rico (FBPR) y el Baloncesto Superior Nacional (BSN), entidades que desde hace años juegan a halar la soga por los conflictos que presentan en el itinerario del principal torneo del país. En una entrevista con El Calce, Casiano habló sobre lo que ha llamado “mi peor momento con la selección”, amarrando lo que sintió antes, durante y después de ese desastroso partido.
De hecho, el desahogo de Casiano, en el que aludió a presión de parte del apoderado de los Santeros de Aguada — equipo que dirigió entre 2017 y 2018 — , ha vuelto a poner bajo lupa la relación tórrida y pasional que consensualmente han mantenido durante años el BSN y la FBPR. Incluso, en el programa de radio La Garata y ante un gozoso y analítico Héctor ’Playmaker’ Torres, el tenedor de los Santeros, Wilson López, le salió al paso a las acusaciones de Casiano, indicando que no son los equipos los que le pagan a los jugadores, sino el BSN.
Casiano, con el carácter experimentado de haberse acostumbrado a jugar como técnico y rudo en la lucha libre baloncelística, se tiró el “cuando uno anda con la verdad no se desenfoca”, tras vencer a Bahamas en el segundo juego de la ventana. Y es que, gente, con respecto a la selección, lo federativo, el Covid-19 y el BSN, eso de “¡pura pasión!” no es chiste, en especial cuando se juega “por la historia” (wink, wink).
“Yo entiendo que es justo y necesario. Es nuestro deber”, dijo el presidente de la FBPR, Yum Ramos, cuando le colamos de tres la pregunta sobre cuán pertinente es que ambos organismos se sienten a dialogar cuando finalice el burbujeo en Río Grande, y que no se paren hasta entender que en este juego de Playstation llamado baloncesto boricua hay un solo control y tienen que compartirlo.
En inicio, Ramos se mostró reacio a hablar del tema, pero lo cucamos un rato y tiró este recital que haría sonreír a Tuto Marchand desde donde quiera que ande jugando dominó y fumando Winston.
“El país espera que las instituciones estén trabajando mano a mano y que velen por el bienestar de Puerto Rico, esperan que nos sentemos a dialogar y que lleguemos a la sensatez, a la cordura, eso es lo que de las instituciones como esta es lo que espera el pueblo de Puerto Rico”, expresó.
“La Federación de Baloncesto es una de las instituciones deportivas más queridas y a la misma vez más fiscalizadas. Entendemos que levanta pasiones y nuestro trabajo es tomar decisiones pensando en el bienestar institucional y no en beneficios personales. Por supuesto que hay que sentarse a dialogar cuando acabe la burbuja”, apuntó.
Ramos puntualizó que la principal misión será identificar los jugadores en ruta a la próxima ventana, a efectuarse del 18 al 22 de febrero. Puerto Rico perdió sus primeros dos partidos de esta fase inicial con Estados Unidos y tras la derrota ante México y el triunfo sobre Bahamas, marcha con foja de 1-3. El panorama luciría mega-tétrico de no ser porque los otros equipos son bastante malos. Bueno, México no es tan malo, porque se limpió a Borinquen… pero también perdió uno con Bahamas, y juega para 2-2 ahora mismo. Bahamas juega para 1-3. A ambos quintetos les quedan dos cruces con Estados Unidos y uno con Puerto Rico. Así las cosas, México y Bahamas son los próximos rivales de Borinquen en la ventana de febrero, por lo que Ramos cree que es viable finalizar con foja de 3-3, asegurar el segundo puesto y con eso la clasificación a la AmeriCup.
Ramos entiende que, en esta pasada ventana, una nota positiva fue la demostración “de Iván Gandía, de Timajh Dyquan Parker Rivera, de Jaysean Paige que tienen potencial para desarrollarse, y se vio en Indianápolis”.
Ramos reconoció aquel programa del ciclo pasado con los juveniles que ayudó a Gandía a florecer como jugador, resaltando además a Georgie Pacheco, Jesús Cruz y André Curbelo. Lamentó, sin embargo, que el torneo de la NCAA impedirá que estos universitarios participen, al igual que Jhivvan Jackson.
“También estará jugando la G-League, la NBA, otros torneos. De nuevo, nosotros estamos poniendo la selección primero, ante todos los obstáculos que tengamos”, subrayó.
En las Navidades, pudieran hacer una buena reunión de Zoom, eso hasta Jockey Rodríguez lo hace ya. Bebé Dalmau, mira, que llames a Yum Ramos, pa’ un brindis navideño con coquito. Por algo se empieza, ¿no?