El lunes se anunció que el sóftbol femenino de Puerto Rico se posicionó por primera vez como el cuarto mejor equipo del mundo en el ranking internacional. Eso fue un batazo de cuatro esquinas. No obstante, hay que tener presente que las muchachas del sóftbol llevan dando palos largos a nivel internacional desde mediados la década de 1960.
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El sóftbol femenino de Puerto Rico cuenta con diez participaciones mundialistas, desde la tercera edición del torneo internacional, que se celebró en Stanfford, Connecticut, en 1974. Si bien el 2018 fue grande, son décadas de gloria y —todavía hoy— hace falta respaldo económico y otras cosas más para —seguramente— la disciplina de conjunto más gloriosa del deporte femenino del patio.
“El gran reto es el financiamiento. La preparación del equipo junior y del equipo adulto nos sale en cerca de un cuarto de millón de dólares. Ese es el gran reto. Se han sometido 140 propuestas al sector privado y nadie ha respondido. No sé por qué. Quizás porque la vestimenta no es muy femenina o algo así”, le dijo a Metro el líder federativo Tommy Velázquez.
Antes del quinto lugar obtenido en el mundial de 2018 (su segundo quinto lugar desde Nueva Zelanda 1986), la última aparición mundialista de las chicas fue en el 2015 y finalizaron en el noveno puesto. El logro principal del 2018, según Velázquez, fue —precisamente— ser ubicados como el cuarto mejor equipo del mundo, pues es la primera vez que un equipo latinoamericano logra posicionarse tan arriba en el escalafón.
De hecho, sepa usted que Puerto Rico fue el primer país de la región centroamericana en participar en unas olimpiadas, cuando participaron en Atlanta 1996.
“En el sóftbol puertorriqueño se aprecia la máxima expresión de la mujer deportista. Es un deporte de conjunto que depende de nueve seres humanos en un terreno de juego y llevamos décadas poniendo el nombre Puerto Rico en alto. Pero todavía tenemos el reto del reconocimiento. La igualdad de género es un llamado del Comité Olímpico Internacional y sí, ya es momento que en Puerto Rico la mujer sea el símbolo del deporte puertorriqueño, como se hace con los muchachos. Mira el récord internacional del sóftbol femenino”, manifestó el presidente.
De acuerdo con Velázquez, el 2019 viene en grande y el sóftbol tiene los Juegos Panamericanos de Lima en la mira, porque en Toronto 2015 trajeron bronce.
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“En base a la preparación que vamos a tener para Lima 2019 participaremos en varias fechas. Estaremos en la copa de Canadá y en la copa de Estados Unidos. Posteriormente llegaremos al clasificatorio olímpico, que será a finales de agosto. El gran reto que tenemos en este momento es mirar qué vamos a hacer con los días sin actividad para el equipo”, indicó.
Velázquez también reconoció que han sido muchos los problemas. Sin embargo, afirmó que en el 2018 las muchachas se enfocaron en el juego y se olvidaron de las diferencias que surgieron —según el presidente— a raíz de la crisis fiscal que atraviesa el país y que golpea directamente al Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR), “única fuente de ingresos de la federación”.
De cara al futuro, la misión de Velázquez es lograr consolidar el programa adulto con las categorías menores y encaminarlo en una misma dirección.
“Eso es algo que está en agenda para el 2019. Vamos a comenzar con torneos desde los 14 años y seguiremos trabajando con iniciativas para los 18 años y 23 años. Estamos trabajando una consolidación, porque dependemos de esa base”, puntualizó.