Irving Pérez, triatleta mexicano, llegará a los Juego Olímpicos de Tokio inspirado, gracias al apoyo que tiene de su familia, en específico de su abuelo.
PUBLICIDAD
Hace algunos días, don Hermilio Pérez se hizo viral en las redes sociales, ya que en el mercado de Jojutla, Morelos, colocó un cartel de apoyo para su nieto.
“Estamos en Tokio, todo México, todo Morelos. Irving Pérez”, redactó Hermilio, quien dijo estar orgulloso por la participación de Irving.
El abuelo del triatleta tiene un puesto, en el que trabaja la mayor parte del día, vendiendo diferentes artículos de ropa para hombre.
Las redes sociales se estremecieron, al ver al abuelito de Pérez mostrando su afecto, ya que el mensaje fue colocado en una cartulina fosforescente.
Incluso, don Hermilio portaba una playera con los colores de México, cuando le tomaron la fotografía que trascendió en la web.
Además, su puesto está repleto de notas de periódico, en las que aparece el atleta mexicano.
PUBLICIDAD
Orgulloso de su hijo
Pero el abuelo de Irving no es el único que está orgulloso de verlo competir en la justa veraniega.
De hecho, su padre también externó la felicidad que le da ver a Pérez en una competencia de esta índole.
Raymundo, papa del triatleta, colocó una lona y carteles afuera de su casa, en su natal Jojutla, donde Pérez dio sus primeros pasos en el deporte profesional.
Desde los seis años, Irving mostró cualidades por el atletismo, pero no fue tan sencillo su incursión por la falta de recursos.
Su familia lo acompañó a Río 2016; sin embargo, la pandemia provocada por eñ coronavirus evitó que hicieran lo propio en esta edición.
Pese a ello, el padre y abuelo de Pérez ya están listos para apoyarlos desde México, con la ilusión de ver a su retoño hacerse de una presea en la justa veraniega.
“Consiguió ir a sus primeros Juegos Olímpicos en 2016, en Río de Janeiro, Brasil, Tuvimos oportunidad de asistir para apoyarlo; hoy en Tokio, por esta situación de la pandemia que nos tiene de rodillas a todos en el planeta y más con estas nuevas oleadas, no podremos asistir como lo teníamos planeado, para echarle porras como lo hemos hecho toda la vida.
“Los primeros años fueron durísimos para nosotros. Había que trabajar con todas las fuerzas, teníamos que endeudarnos, hasta que lo empezaron a apoyar algunos amigos como patrocinadores, entre ellos un empresario de la cerveza artesanal ‘Fortuna’, una cadena de restaurantes y otras marcas con las que estamos muy agradecidos. Gracias al deporte hemos tenido oportunidades que no las compra el dinero, conozco gente que está bien económicamente, pero no tienen un hijo como el mío, ni todas las satisfacciones que nos ha dado y que me han permitido ver la vida diferente”.
Raymundo Pérez, en entrevista para el periódico Esto