El pasado miércoles, 3 de abril inició la temporada 2024 del Baloncesto Superior Nacional. Esa noche hubo tres partidos en calendario: los Osos de Manatí visitaron a los Mets de Guaynabo, los Criollos de Caguas viajaron hasta San Germán mientras que en duelo de finalistas, los campeones Gigantes de Carolina recibieron a los Vaqueros de Bayamón. Carolina fue el destino escogido para cubrir el preludio de lo que promete ser otra gran temporada para la Mejor Liga del Caribe.
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Una tarde caótica para llegar a la Guillermo Angulo. Sobreviví el tapón descomunal de la Baldorioty. Eran las 6:30pm y las personas comenzaban a llegar a la cancha. Entro, busco el carnet de prensa y comienza la acción.
Logro conseguir un espacio debajo del canasto de uno de los extremos de la cancha. Mientras espero al inicio de la ceremonia, veo a Barrabás, aquel luchador rudo que temía en mis tiempos de infancia. De repente apagan las luces; el público enloquece. Inicia la ceremonia con la entonación del himno nacional y el de los Estados Unidos. Luego llaman al ‘father’ Héctor Delgado. Sin un dembow de fondo, se dirige a los presentes con una convocatoria. Y con la bendición de Héctor, da inicio la entrega de sortijas. Presentan en la pantalla gigante un video introductorio. Reguetón a to’ lo que dar y Can-Ams por la Baldo. El Enmascardo Gigante es el encargado de colocar el trofeo de campeón en el centro de la cancha. Con la energía que lo caracteriza, enciende al público. Todo es algarabía.
Cada una de las personas envueltas en la organización desfilaron por la cancha para recibir su anillo. Se tomaron el tiempo para reconocer a cada uno de su personal. Fueron muchos los ovacionados, pero el recibimiento que la fanaticada gigante le dio a David Huertas fue espectacular. Parecía un jugador franquicia. Bien merecido para el jugador veterano. El carolinense Jesús Cruz fue otro de los favoritos de El Calentón. Pero Ismael “Yomar” Cruz fue el que se quedó con la Angulo y no es para menos. Su presencia no pasa desapercibida. Niños y adultos buscando una reacción del jugador a la mínima oportunidad.
El presentador jugó con las emociones de los presentes al mencionar los nombres de George Conditt y Tremont Waters, haciendo creer que estaban en cancha. Con una fuerte explosión que por segundos sentí que mi alma salió de mi cuerpo y regresó, termina formalmente la ceremonia para dar inicio al partido.
Sube el telón… Bayamón dominó el partido y aunque la fanaticada metió su presión, los Vaqueros apagaron El Calentón.
