Esto sí que es “fuego popular”.
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La alcaldesa de San Juan Carmen Yulín Cruz Soto finalmente rompió el silencio ante lo que sucede en la alta cúpula del Partido Popular Democrático (PPD), luego de que trascendiera que el actual presidente de la colectividad, Héctor Ferrer, y otra figura prominente, el abogado Roberto Prats, habían sido cabilderos para una firma que beneficia a los bonistas que buscan cobrar su deuda a costillas del pueblo de Puerto Rico.
“No se puede estar con Dios y con el diablo”, le dijo Cruz Soto al periodista Rubén Sánchez en el programa “La entrevista de frente” de WKAQ 580.
Cruz Soto reiteró la necesidad de que tanto Ferrer como Prats – quienes se habían posicionado como posibles candidatos a la Gobernación en los comicios electorales del 2020 – expliquen y aclaren sus labores con la controvertible firma DCI, una de las principales propulsoras de exigencias de cobro a nivel federal, a costillas del pueblo puertorriqueño.
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Cruz Soto puso el ejemplo de su abuela, “a quien el Partido Popular le puso zapatos” y que ahora, si tuviera que hacerlo, “¿cómo yo le explicaría esto?”.
“Vejámenes e indignación”, dijo, “eso es lo que quieren hacer los bonistas con los estudiantes de la UPR, con los pensionados”.
Así las cosas, según lo que se decida hoy en la reunión que sostendrá el PPD, Cruz Soto especificará qué hará.
“¿Qué le dice el Partido Popular al pueblo si se mantienen a favor de los intereses que quieren estrangular a nuestros viejos y nuestros estudiantes”, expresó en alusión a que se mantengan Prats y Ferrer en la cúpula del PPD.
“Esto es verguenza contra dinero”, resaltó, reiterando la petición de renuncia a la presidencia del PPD que ya le había hecho a Ferrer.
“Uno no puede ser un pollo trabajando con Kentucky Fried Chicken”, puntualizó, recordando que este cuatrienio ya ha demandado al Banco Gubernamental de Fomento y a la Junta de Control Fiscal.