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Una de cada cinco personas sale chavá por el alcoholismo de otro

Un estudio reveló qué tanto se ven afectados los bebedores pasivos, aquellos que interactúan o se encuentran cerca de quienes viven los efectos del alcohol.

Seguramente alguna vez escuchaste de los graves efectos que tiene sobre la salud ser fumador pasivo. Básicamente, aspirar el humo de alguien que esté fumando cerca resulta ser mucho peor para el cuerpo que ser quien se lleva el cigarrillo a la boca. Por más increíble que parezca, un efecto similar se daría en aquellos que estén cerca de alguien que haya bebido alcohol. Es decir, ser bebedor pasivo.

Obviamente ser bebedor pasivo no funciona de la misma forma que en el caso de los fumadores. Después de todo, no es que el alcohol viaje por el aire y entre al cuerpo de otras personas. (Una excepción es, por supuesto, los fetos dentro del vientre de sus madres). En este caso, se trata de los hechos que ocurren a causa del estado alterado de conciencia de otra persona que ha bebido. Por ejemplo, ser víctima de un accidente de tránsito por un conductor borracho.

Si lo ponemos en ese sentido, es evidente que muchas personas han sufrido de ocasiones así. Por eso un estudio publicado recientemente en Journal of Studies on Alcohol and Drugs quiso revelar qué tan a menudo las personas se han visto afectadas por la noche de copas de alguien más. Así, se le consultó a 8.750 adultos en Estados Unidos sobre sus propias experiencias.

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Los resultados son impresionantes. Según el estudio, al menos 21% de mujeres y 23% de los hombres han sufrido de estos efectos recientemente. Es decir, 53 millones de personas han sufrido del alcoholismo de alguien más en el último año. También podemos decir que una de cada cinco personas ha vivido este tipo de hechos.

Los daños del consumo de alcohol ajeno se registraron en el estudio de una manera muy variada. Estos incluyen amenazas, acosos, vandalismo, agresión, accidentes de tránsito, problemas familiares, etc. Por un lado, las mujeres fueron más propensas a sufrir problemas financieros y domésticos. Por el otro, los hombres fueron más propensos al vandalismo y la agresión física. Básicamente, las mujeres tienen más riesgos por bebedores dentro de su propia casa y los hombres por fuera de esta.

También se agregó que los menores de 25 años enfrentaban mayor riesgo. Además, aquellos que suelen beber regularmente (así sean pocas cantidades) aumentaron su riesgos dos o tres veces más que los que no salían a beber nunca.

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