Se vive un momento histórico en el Vaticano, que pasará a la historia, aunque desafortunadamente sea por señalamientos de fraude.
“Juicio del siglo” del Vaticano
Muchos los han denominado como el “Juicio del siglo” del Vaticano, en el que un tribunal de la Santa Sede abre un proceso contra el cardenal italiano, Angelo Becciu, exjefe de gabinete del Papa Francisco, además de otros nueve acusados.
Los procesados son señalados por fraude y malversación, principalmente por sus actuaciones en un controvertido acuerdo inmobiliario de 400 millones de dólares, que ocurrió en Londres.
De hecho, los fiscales del Vaticano lo han descrito como un ejemplo de un “sistema lucrativo y depredador podrido”, que tomó fuerza cuando el italiano estuvo como director.
En tanto, desde el inicio del proceso, Beccio ha sostenido que es inocente de los actos que se le acusan, al igual que la mayoría de los demás acusados.
Pirmer cardenal juzgado ante un tribunal penal en el Vaticano
Lo histórico del suceso es que el italiano es el primer cardenal acusado y juzgado ante un tribunal penal del Vaticano, así como el primero cuyo caso será juzgado por personas que no son clérigos.
Y es que el Máximo Pontífice implementó hace poco una nueva reforma, en la que despoja a los cárdenales del privilegio de ser juzgados exclusivamente por otros cardenales.
El caso se ha vuelto un escándalo, ya que los fondos para financiar un acuerdo en Londres provienen de una colecta anual en el mundo que es conocida como “Limosna de San Pedro”, la cual es facturada a católicos comunes como una forma de ayudar a las organizaciones benéficas papales.
¿Qué sucedió?
La primera fase del polémico acuerdo inició hace siete años, cuando Becciu era sustituto en la Secretaría de Estados del Vaticano, convirtiéndose después en el jefe de gabinete del Santo Padre.
El Papa destituyó al italiano de ese cargo en 2018, y luego lo despidió de su puesto posterior en el Vaticano; además, lo despojó de sus privilegios como cardenal.
En resumen, los fiscales afirman que en la compra de un antiguo almacén de la cadena Harrod’s, en Chelsea, que era programada para convertirse en apartamentos de lujo con fines de lucro, se diseñó una red de financieros italianos laicos con la complicidad de aliados en la Secretaría de Estado, incluido Becciu. El propósito era extorsionar cuotas exageradas en las transacciones.
Se espera que la audiencia de este 27 de julio sea procesal, y es muy probable que el juicio se celebre en otoño de este año.