26 de febrero de 2018
Es un día normal de estos posMaría y a un campito del barrio Pugnado Adentro en Vega Baja llega Alberto De Jesús Mercado.
Bueno, por ese nombre no lo conoce casi nadie, pero cuando mencionan Tito Kayak los semblantes entienden. Hay gente que lo espera, hay gente que, cuando Tito llega, pasa de estar renuente a su ayuda a recibirlo con los brazos abiertos, hay gente que simplemente comienza a entender qué es lo que él está haciendo.
Después de todo, solo basta con vivir en el Puerto Rico después de María para darse cuenta del gran fallo de logística y de preparación por parte del Gobierno. Ante lo que hasta pareció ser apatía de parte de las autoridades pertinentes, toda ayuda es vista con buenos ojos por el pueblo, venga de donde venga.
Según la AEE, al cierre de esta edición, la generación se encontraba en un 88.7%, mientras que un 86.86% de los clientes (1,279,436) contaban con servicio. No obstante, se estima que más de 100,000 personas aún siguen sin servicio eléctrico, especialmente en sectores fuera del área metropolitana.
“Ahora mismo, yo estoy poniendo mi mayor entrega para que la gente tenga luz. Y si me quieren someter algún caso no me importa”, le dice a El Calce el señor Kayak, un perito electricista certificado que se ha vestido de esperanza para comunidades olvidadas por la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
“Yo estoy aquí para ayudar a la labor de la AEE. Ellos son AEE, y yo soy de la EEA: Electricistas En Acción”, apostilló Tito, enfatizando en que “no estoy aquí para competir, sino para ayudar”.
La reacción, como ya indicamos, es mixta. Pero al final, cuando ven lo que Tito ha llegado para hacer, se torna positiva.
“Yo pensaba diferente, nosotros pensábamos diferente de lo que pensamos ahora de Tito, pero este es un ser humano que en esta crisis nos ha dado esperanza a todos nosotros, a los residentes de Pugnado Adentro”, relató Wilfredo Martínez, quien junto a su hermano Héctor Rubén Martínez, le explicó a Metro y a El Calce como su percepción sobre Tito Kayak cambió cuando el activista les reconectó la electricidad.
“Realmente, conocía a Tito por que salía en televisión y esas cosas, y yo no simpatizaba con sus ideas”, prosiguió Wilfredo.
“Pero ahora, viendo el trabajo que está haciendo y que está ayudándonos, ese hombre se merece un premio. Es un caballero en todo el sentido de la palabra, ese hombre sabe lo que esta haciendo. Nos está ayudando a salir de la crisis, los de la AEE vinieron, pusieron la luz y nos pasaron por al frente. Vivo al lado de una carretera principal y por ahí todo el mundo tiene luz, menos nosotros… hasta que llegó Tito”, agregó.
Tito indicó que empezó su labor en enero, en la región del norte, específicamente en los pueblos de Vega Baja, de donde es oriundo, y en Manatí.
“Empezamos en el área de Vega Baja y Manatí, pero hemos estado en Arecibo, en Orocovis, en Bayamón, en Juana Díaz, en otros lugares que se me han olvidado, haciendo reparaciones, en ocasiones de trabajos mal hechos por compañías norteamericanas”, explicó Tito, señalando que si bien ha tenido uno que otro encontronazo con personal de la AEE siempre esos problemas se han resuelto para el beneficio de las comunidades donde ha laborado.
El también activista ambiental señaló que durante este proceso “los materiales que hemos usado prácticamente ya están en la zona, tirados en el suelo, o son postes o cables que aún sirven”.
“En una calle del área de Roosevelt en Hato Rey, por ejemplo, había un cable vivo, y la gente sin corriente. Pudimos energizarlos, aunque luego la AEE cortó las líneas. Pudimos reconectarlos porque siempre trabajamos en base a lo que hay en el lugar”, recordó.
De igual forma, Tito señaló que hubo empleados de brigadas estadounidenses que también lo ayudaron con materiales cuando hizo falta, pero que “ya se ha alertado de que no se me suministre material”.
Eso no es na'. Tito indicó que tiene muchos “ángeles guardianes, expertos en distintas áreas, desde otros electricistas hasta mi abogada Inés Cartagena” que lo han ayudado y protegido, pero “que no digo sus nombres para que no tomen represalias en contra de ellos”.
Según indicó, el senador independiente José Vargas Vidot ha sido una figura importante en este proceso, ha defendido su gestión y sirve de enlace en estos momentos, e intenta “cuadrar una reunión con la AEE para que todo siempre esté claro entre nosotros”.
Para Tito, la AEE cometió “tres errores: no recoger equipo, no identificar lugares fáciles y pues, un problema que tienen, que es la falta de coordinación, eso es real. Se fracasó, se fracasó”.
“Debieron haber enviado rápido a las brigadas a recoger material, porque han comprado mucho material que estaba en el piso ya. Otra cosa en la que se falló fue en señalar los lugares que eran fáciles de reconectar. Además, yo entiendo que se debería bregar con legislación para ayudar con la entrada de ayuda internacional, pues al principio hubo países como Uruguay y Chile que quisieron dar la mano a ayudar a energizar y se les negó recibir ayuda”, dijo.
Tito Kayak reiteró que “todo lo que estoy haciendo es con mucho respeto, no quiero que la gente que trabaje con la AEE nos vea como enemigos. Tengo muchas amistades en los gremios, en la UTIER, en la UTICE, igual que amistades en altos puestos en la AEE. Esto es para ayudarlos”.
“Como kayakero que soy creo que tenemos que remar todos juntos en la dirección correcta. Por experiencia, siempre hay mucha gente que no me conoce y eso hace que me juzguen en cierta forma. Pero creo que la vida se encarga de poner a uno en el lugar correcto”, finalizó.