Durante el fin de semana, cinco hombres violaron inescrupulosamente a una mujer en Lajas, en un indignante suceso que ha revolcado las redes sociales y nuevamente retuerce la necesidad de que la sociedad puertorriqueña haga algo sobre esta problemática que ningún gobierno de esta colonia ha querido atender.
Así las cosas, en vez de propiciar la búsqueda de los individuos para hacer justicia ha desembocado en el usual juicio de carácter de la mujer, gran parte del debate da vueltas alrededor de la ignorancia y la apatía para con estos temas, sin mencionar que las falsas moralidades y “chistes” al respecto solo han ocasionado enviar tan importante asunto hacia la trivialidad
Pero mientras este desdoble se da en las redes sociales y en la mediática nacional, la violencia de género sigue. Ayer, otro tipo le rajó la cabeza a una mujer con una llave de sacar tuercas. Las autoridades parecen inanimadas a ofrecer soluciones contundentes para este problema que se exacerba en una isla cada vez más vacía de gente nacida aquí y dónde enfrentar las malas mañas patriarcales se vuelve un tabú ante tanto “chistecito” y “normalización” de esta cabronería.
Ante esto, distintos sectores y personalidades se han dado a la tarea de hacer lo que al Estado parece no importarle hacer.
Tomemos por ejemplo, la campaña del medio periodístico Todas PR, que desde la semana pasada busca educar a los puertorriqueños y puertorriqueñas al respecto.
De igual forma, la Colectiva Feminista en Construcción, organización que ha sido la punta de lanza durante los últimos años en acentuar la necesidad de tratar este asunto con la premura que requiere, enarboló nuevamente el reclamo de estado de emergencia.
Mientras, figuras del arte también se han expresado al respecto, luego de que la violación de la joven de Añasco recrudeciera el reclamo de justicia y de darle fin a la violencia de género. Uno de los primeros en hacerlo fue el cantante, escritor, actor y comediante Juan Pablo Díaz Carrasquillo, quien dio cátedra al resto de sus colegas de las artes varones.
“Estoy convencido de que el derecho a vivir en paz de las mujeres así como el respeto a su autonomía y libertad son derechos que existen por el mero hecho de ser seres HUMANAS, y no están atados a su relación con ningún hombre. Sin embargo, para efectos de este ejercicio, quisiera que pensaras en aquellas mujeres que te acompañan en la vida…”, dijo el hijo de Magali Carrasquillo y Rafael José Díaz.
Así las cosas, acá en EL CALCE nos unimos al reclamo de atender este issue de violencia de género, en defensa de lo básico: el derecho de las mujeres y otros sectores vulnerables de la sociedad puertorriqueña a una vida digna.
¡Cambia ya!