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Saque de Meta: ¡Llegó el partido #64!

Finalmente, un mes después del juego inaugural entre Arabia Saudita y Rusia y 63 juegos luego, llegó la gran final del Mundial de Rusia 2018. La final que se jugará en el Estadio Luzhniki en Moscú, la capital rusa, será la final número vigésimo primera.

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Antes de comenzar el evento, Francia y Croacia no estaban entre los favoritos para ganar, ni siquiera para estar en la final; aunque Francia aparecía en un segundo grupo de candidatos. Croacia, sobre todo desde su juego ante Argentina donde impresionó mucho, empezó a sonar como entre los equipos que estaban jugando un buen fútbol y que podía llegar lejos, aunque aseguro que pocos lo situaban ese 21 de junio en la gran final. Acá un vistazo a ambas selecciones:

Croacia

Croacia debutó como nación independiente hace veinte años en el Mundial celebrado en Francia en 1998, el cual lo ganó el anfitrión. En ese Mundial la selección croata llegó en un sorpresivo tercer lugar. Este es su sexto Mundial y desde su debut no ha vuelto a pasar de la fase de grupos. O sea, que aún perdiendo superaría su mejor actuación.

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Croacia es heredera de una gran tradición futbolística de la antigua Yugoslavia, de la que se independizó a comienzos de los años 90. El fútbol yugoslavo tuvo grandes momentos, ganando dos medallas de plata olímpicas, y otros dos segundos lugares en Euro Copas. En los Mundiales su mejor participación fue cuarto lugar en los Mundiales del 1930 y del 1962. Aunque oficialmente el equipo de Serbia es el heredero de la Antigua Yugoslavia, también se jugaba buen fútbol en otras partes de Yugoslavia y es evidente con la calidad del fútbol croata.

Croacia jugó sus últimos tres partidos en tiempo extra, luego de empatar en tiempo reglamentario y dos de ellos se decidieron en penales, o sea que en total jugaron 90 minutos adicionales, equivalente a un partido meas que lo que jugó Francia. Aún así, y con un día menos de descanso, han mostrado una gran vergüenza deportiva y una excelente fortaleza mental, que no los pone en desventaja. Otro factor que les favorece es que Francia sale amplio favorito lo cual pone a Croacia a jugar sin presión, igual que como han jugado hasta llegar a la final. Croacia es un país con cerca de cuatro millones de habitantes, y así rompen con la constante de países grandes con muchas poblaciones en la elite del fútbol, en la cual Uruguay es usualmente el que se entromete.

Francia

Francia llega a su tercera final en su historia, la que ganaron en casa en el 1998 y luego la que perdieron en el 2006 en Alemania frente a Italia, en el partido que muchos recordarán por el cabezazo que le propinó el mítico jugador francés Zinedine Zidane al defensa italiano Marco Materazzi, que le causó la expulsión del partido. Francia luego perdió en penales. Francia es el sexto país que enfrenta al menos su tercera final del Mundial (junto con Alemania, Argentina, Brasil, Italia y Holanda).

Mbappe es una bala. (AP)

Francia llega invicto, luego de ganar todos sus partidos y empatar a cero con Dinamarca. Su partido de semifinal contra Bélgica fue uno de los mejores del torneo, con ambos equipos mostrando un gran nivel por buena parte de los 90 minutos, con grandes jugadas ofensivas y buenas paradas del arquero Lloris. El juego se determinó por un gol del defensa Umtiti.

Este equipo francés recuerda con su composición étnica al equipo que ganó la copa en Paris en el 1998. En ese entonces, el líder del partido de ultra derecha y xenófobo Jean Marie Le Pen dijo que no reconocía la selección francesa por la cantidad de jugadores negros. En estos veinte años Francia ha tenido altas y bajas en cuanto a su relación con sus inmigrantes y los hijos de éstos. Y estas se han seguido reflejando en su relación con su selección nacional, a veces incluso cuestionando a los jugadores descendientes de inmigrantes que no cantan el himno. Hubo los disturbios en los banlieus, esos barrios en la periferia parisina, y el debate sobre la incorporación y/o asimilación de estos hijos e hijas de las colonias, porque una gran mayoría provienen de países africanos que fueron colonias francesa y sufrieron su expolio por décadas.

Y hoy, veinte años después, con la hija de Le Pen liderando el mismo partido, que ahora añade a su discurso inflamatorio el tema del terrorismo islámico, de los 23 jugadores que representan a Francia, doce de ellos son de descendencia africana. Tanto así que incluso hay gente, sobre todo luego de que ningún país africano pasara a los octavos de final, que se refieren a Francia como “el país africano”. Este debate si la selección francesa es una representación de la Francia multicultural en sana convivencia y en igualdad de condiciones o si simplemente se aprovechan de la excelencia futbolística de estos jugadores para ensalzar el país futbolísticamente, no cesa.

El dirigente francés, Didier Deschamps, era el capitán de esa selección y fue quien levantó la Copa en el 1998, hoy podría dirigir a esta joven selección a ofrecerle su segundo título al país galo. Ya el día que Francia pasó a semifinales París se convirtió en una gran fiesta con cientos de miles festejando en las calles. Los franceses están listos para festejar su segundo título mundial el día después de su fiesta nacional, La Bastilla. Veremos si Croacia les arruina la

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