Contexto

Riverita Marín se jaltó de whisky, "olvidó pagar" y botaron a un empleado de un restaurant

Se desconoce además si ya finalmente llegó a Venezuela el buque que el exsecretario de Estado envió con "ayuda humanitaria"

riverita

Un noble mesero del restaurant Ciqala en el Luxury Suites en San Juan acudió a las redes sociales para denunciar que el exsecretario de Estado Luis G. Rivera Marín fue al establecimiento, se jaltó de whiskly con una “acompañante” y “olvidó pagar” una cuenta por $90.85.

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En lo que parece ser otra malamaña como las que se vieron en aquel bochornoso chat de Telegram, dónde tanto Elías como Edwin y Ricky lo tenían de cherry to’ buliao’, Rivera Marín al parecer se hizo el loco y no pagó su cuenta de la barra.

El mesero, identificado como Rafal Antonio Lemos, expresó en su publicación de Facebook que no tan solo perdió su empleo, sino que tuvo que rendir cuenta por los tragos consumidos por Rivera Marín y su acompañante.

Aquí el mensaje que posteó, en su entereza:

Saludos cordiales:

En la tarde de hoy atendí al ex secretario de estado Luis G. Rivera Marín en Ciqala Luxury Suites – San Juan. Les puedo decir que tanto él como su acompañante fueron bastante amables, pero se les pasó pagar la cuenta ($90.85).

Ciertamente, para el señor Rivera $90 no significan nada, pero a mí me ha costado mi empleo. No tan solo perdí mi trabajo, sino que tendré que pagar los tragos de Macallan y Dewars a la roca que tanto el señor Rivera y la chica que le acompañaba disfrutaron.

Todos sabemos que las y los meseros no ganamos el mínimo federal; para pagar los tragos del señor Rivera trabajé alrededor de 22 horas.

A mis amigos de facebook, por favor compartan esta publicación. Qué todos se enteren hasta qué punto el descaro de “nuestros” políticos puede afectar nuestras vidas.

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Contexto:

Todo sucedió en Éter Rooftop (en la terraza del hotel Ciqala). Comenzó a llover, y en ese momento le comenté a Rivera y a su acompañante que podían bajar al SP (un lugar bajo techo donde podrían continuar disfrutando. Rivera me pregunta si puede pagar en dicho piso, le digo que sí, que le esperaré en dicho piso. (Nunca bajó). Luego de unos minutos me llama un compañero para decirme que Rivera está pidiendo la cuenta. Procedo a imprimirle la cuenta. Cuando me dirigí al señor Rivera, ya no estaba. Todo esto sucedió en menos de 15 minutos.

 

¡¡¡Riverita Marín!!! ¡¡¡¡Paga pa\’ que te acredites, que aquí el trabajador está peor que en la Cuba y la Venezuela que te pasas criticando!!!! 

Y al restaurante, bendito, solidaridad con los empleados. ¿O acaso los dueños del restaurante piensan que un exfuncionario de Rosselló tiene más credibilidad que alguien que se gana el pan sudando como mesero? No ’ombe, no….

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