El gobierno de Joe Biden tenía previsto presentar un amplio plan para reducir las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero que contribuye de forma significativa al calentamiento global y tiene un efecto mayor en el corto plazo que incluso el dióxido de carbono.
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El plan se anunciaría el martes, en el segundo de los dos días del presidente en la cumbre climática de Naciones Unidas en Glasgow, Escocia. Biden prometió en la cumbre trabajar con la Unión Europea y otras naciones para reducir las emisiones globales de metano en un 30% para 2030.
La pieza central de las medidas estadounidenses es la demorada orden de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) que endurece las normas sobre emisiones de metano en el sector del gas y el petróleo, como indicó uno de los primeros decretos presidenciales de Biden.
La norma buscaría por primera vez una reducción de las emisiones en pozos existentes de gas y petróleo en el país, en lugar de centrarse sólo en nuevos pozos como hicieron medidas anteriores.
El administrador de la EPA, Michael Regan, dijo que la nueva norma, contenida en la Ley de Aire Limpio, supondría reducciones significativas de las emisiones de metano y otros gases contaminantes y sería más estricta que el estándar de la era Obama fijado en 2016. El Congreso reinstauró el estándar de Obama el pasado verano, en un inusual esfuerzo de la mayoría demócrata de emplear la rama legislativa para anular la desregulación impulsada por el expresidente Donald Trump.
“Mientras los líderes globales se reúnen en este momento crucial en Glasgow para el COP26, está abundantemente claro que Estados Unidos vuelve a liderar con el ejemplo para combatir la crisis climática con gran ambición”, dijo Regan en referencia a la cumbre climática.
La “acción histórica” de la EPA “asegurará recortes robustos y duraderos en la polución en todo el país”, dijo Regan. La nueva norma protegerá a las poblaciones cercanas a instalaciones petroleras y de gas natural y avanzará en los objetivos climáticos estadounidenses incluidos en el Acuerdo de París de 2015, indicó.
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El sector del gas natural y el petróleo es la principal fuente industrial de metano del país. El metano es responsable de aproximadamente un tercio del calentamiento actual derivado de la actividad humana.
La industria del gas y el petróleo también es la principal fuente de otras emisiones aéreas dañinas, como complejos volátiles que contribuyen al nivel terrestre de ozono o el smog, así como toxinas aéreas como el benceno que se emiten junto con el metano.
Grupos ambientalistas describen la reducción de metano como la acción más rápida y asequible para frenar el ritmo del calentamiento global. Las normas actuales de emisiones de metano sólo afectan a las fuentes construidas o modificadas a partir de 2015, lo que deja sin regular más del 90% de los 900.00 pozos del país.
El Instituto Estadounidense del Petróleo, el grupo de presión del sector, ha dicho estar a favor de una regulación directa de las emisiones de metano de fuentes nuevas y existentes, pero se opone a los esfuerzos del Congreso de imponer multas por las filtraciones de metano, que describe como punitivas e innecesarias. La industria alega que las filtraciones de metano, el principal componente del gas natural, se han reducido pese al aumento de producción de gas natural como resultado del auge de la fracturación hidráulica. Los avances tecnológicos de los últimos años han hecho más fácil y barato identificar y reparar las fugas de gas natural.
El plan del gobierno incluye nuevas regulaciones de seguridad del Departamento de Transportes para endurecer la normativa sobre fugas de metano en los 3 millones de millas de ductos que hay en el país.
El Departamento del Interior, mientras tanto, se prepara para combatir la quema de metano sobrante en pozos en terreno público. Y el Departamento de Agricultura trabaja con los ganaderos para establecer estándares para vigilar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar el almacenaje de dióxido de carbono.
El plan se centra en reducir la polución de las principales fuentes de metano y emplea incentivos financieros, publicación de datos y colaboraciones privadas para reducir fugas y residuos, proteger comunidades y trabajadores y crear empleos que satisfagan las demandas de sindicatos, según dijo un miembro del gobierno en una sesión informativa el lunes. El funcionario pidió no ser identificado porque no estaba autorizado a comentar el plan antes de su publicación oficial.
Biden ha anunciado antes planes para reforzar la lucha contra las fugas en pozos viejos de gas y limpiar minas abandonadas de carbón. Una ley de infraestructura aprobada en el Senado con apoyo de los dos partidos incluye miles de millones de dólares para reclamar terrenos mineros abandonados y sellar pozos fuera de uso.
El gobierno también quiere reducir las emisiones de metano en vertederos, con un énfasis en reducir el desperdicio de comida, que es un importante factor en esas emisiones. La EPA se ha marcado un objetivo voluntario de capturar el 70% de las emisiones de metano de los vertederos de Estados Unidos.