Política sí… Politiquería no... La importancia de las elecciones

Hablar de política a veces es difícil. Siempre que escuchamos la palabra pensamos que una discusión ideológica se puede desatar, y en muchas ocasiones el tema se evade. Más todos estamos claros en que el gobierno ha fallado en su gestión y responsabilidad. Si preguntáramos, la respuesta de muchos sería que Puerto Rico no está mejor que hace cuatro años, que hace décadas que no vienen “buenos tiempos”, que el País se está desmoronando. Una de las tantas maneras en las que se ha fallado es no teniendo una visión clara de cómo debería verse nuestra Isla, ni la voluntad para implementar un plan de lo imprescindible para hacer de este un mejor lugar para vivir.

Esta visión, atada a un curso de acción es lo que conocemos como la política pública, algo distinto al concepto de política partidista. La primera es traducir la visión gubernamental a programas y acciones que cambien situaciones que afectan a la gente. Su fin es servir como una herramienta para mejorar la calidad de todes, a través de decisiones que están supuestas a ser conscientes de las problemáticas y necesidades urgentes. Ello, consecuentemente, influye y moldea nuestra vida.

La segunda, por su parte, reúne al conjunto de personas que, de ser electas, implementarían dicha política pública.

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Precisamente por esta dinámica entre los conceptos de política es que las elecciones son tan importantes. Estamos hablando de que los candidatos se presentan al país para ser considerados a posiciones que definirían nuestro futuro, dándoles así la oportunidad de implementar la visión a través del aparato del Estado.

El problema es que desde hace mucho los funcionarios electos no han tomado decisiones de política pública que verdaderamente atienda o respondan adecuadamente a las necesidades y problemáticas de la ciudadanía, sino más bien responden a intereses personalistas. Lamentablemente padecemos a diario por un gobierno incompetente, insensible e inescrupuloso que no tiene como norte el bienestar del Pueblo. Como servidores públicos es su responsabilidad atender las necesidades de todes, pero la falta de ello no es casualidad.

Se ha puesto la deuda antes de la gente, se impulsa la construcción desmedida y no la reutilización de espacios, no se protegen nuestros recursos naturales, incluyendo nuestras costas, no hay urgencia en proveer los servicios esenciales a la gente incluyendo acceso a la electricidad al agua y al internet, se produce una privatización desmedida y seguimos ahogandonos en la burocracia de las agencias gubernamentales. Recientemente  ante el COVID se dio prioridad a lo económico y no a los asuntos sociales que surgieron, padeciendo el gobierno también de una falta de preparación y atención a asuntos tan trascendentales como la educación de nuestros niñes. Prohibido olvidar también la falta de transparencia en todo, que provoca que al día de hoy se tenga que demandar para  conocer los salarios de empleados pagos con fondos públicos.

Por todo esto, sin que se sienta como un discurso trillado, quiero invitarles a que conozcan las propuestas de nuestra candidatura a San Juan que reflejan la política pública que implementaremos, tras recoger el sentir de los sanjuaneros y plasmarlos en el programa de gobierno que busca convertir a San Juan en una ciudad modelo: implementaremos un gobierno verdaderamente participativo, comenzado con la distribución del municipio en zonas representadas por la legislatura; enfocaremos la inversión pública con el fin de crear oportunidades y facilitar el desarrollo económico; mejoraremos la calidad de vida de nuestra gente trabajando para crear vivienda asequible; impulsaremos un enfoque de prevención y no criminalización en aspectos de seguridad; atenderemos la salud a través de un programa universal; y nuestras escuelas serán el centro de las comunidades. Todo esto vislumbra la  participación ciudadana como herramienta clave para el éxito.

A través de la política se cambia el País por eso la importancia de elegir personas capaces para implementar política pública sensible, adecuada, solidaria e integral. Les invito entonces a reflexionar sobre la frase “lo personal es político”. Cada acción de política pública, muchas veces motivada por la política partidista, afecta individual y colectivamente a los que vivimos en Puerto Rico, y no podemos perder esto de perspectiva a la hora de mirar las acciones gubernamentales. El despilfarro de fondos públicos, la inacción e indiferencia en la atención al desempleo y sus filas largas, a los problemas de acceso a educación durante la pandemia, la barbaridad de acudir al tribunal para no abrir los comedores escolares, ¿se acuerdan? Todo esto al final se convierte en un asunto personal, que afecta a cada uno de nosotros.

Recordar que “lo personal es político” me permite enfocar mis energías en luchar por mi gente, por lo que creo y por lograr un mejor San Juan en el futuro cercano. Lo personal es político y es fundamental continuar reflexionando sobre esto. Un cambio real requiere de personas que lo atiendan como tal y el Movimiento Victoria Ciudadana está lleno de candidatos listos para esto.

Nota del editor: La autora es candidata a legisladora municipal en San Juan por el Movimiento Victoria Ciudadana por el Movimiento Victoria Ciudadana. Es parte del grupo original de columnistas de ¡¿Politiqué?!, la sección de de discusión política en El Calce.