La población de Puerto Rico se redujo casi un 7 % en los últimos 5 años, hasta los 3,4 millones de personas, tendencia que se prevé se mantenga a corto plazo debido a la elevada emigración hacia EE.UU. que está favoreciendo la crisis económica.
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Según los datos recién publicados por el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, los estimados de población referidos a 2015 que elabora el Censo de Estados Unidos muestran, según señaló hoy a Efe el demógrafo Raúl Figueroa, “una preocupante pérdida de población”.
“La tendencia hace prever que la población de la isla será más pequeña y más vieja en los próximos años”, dijo este profesor universitario, para quien hay dos factores que provocan la constante pérdida de población: el envejecimiento y la búsqueda de mejores oportunidades de los puertorriqueños en Estados Unidos.
Los estimados de población del Censo de Estados Unidos, que se remiten al de 1 de julio de 2015, señalan que en Puerto Rico vivían en esa fecha 3.474.182 personas, lo que significa una pérdida de 251.975 individuos (-6,8 %) en relación a cinco años antes.
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Los datos publicados muestran además que tan sólo entre los meses de julio de 2014 y de 2015 Puerto Rico perdió 60.706 personas, lo que supone que en solo 12 meses la isla redujo su población un 1,7 %, lo que supone una media de 166 personas al día.
La situación es todavía más complicada si se toman como referencia determinados municipios, ya que en 10 de ellos la pérdida de población en el último lustro superó el 10 %.
La despoblación fue especialmente dramática en el municipio interior de Lares, en el que el número de habitantes menguó un 11 %, así como en Mayagüez (-10,7 %), Fajardo (-10,5 %), Guánica (-10,5 %), Ponce (-10,4 %) o Ceiba (-10,4 %).
La caída de población no afecta a un área específica de Puerto Rico, sino que se trata de un problema generalizado en toda la isla, aquejada por una profunda crisis económica desde hace cerca de una década que ha favorecido un incremento del desempleo y un alza de la criminalidad.
Todo ello, a su vez, ha empujado a la población de la isla a buscar mejores perspectivas fuera, sobre todo en el territorio continental de EE.UU. ya que los puertorriqueños no necesita visado para emigrar y trabajar allí.
Los datos de 1 de julio de 2015 mostraban que en 2 municipios del total de los 78 que hay en Puerto Rico, en concreto los de Gurabo y Toa Alta, la tendencia fue contraria y excepcionalmente ganaron población.
“Pero el caso de esos dos municipios es una excepción que además pienso que ya hoy mismo habrá cambiado a valores negativos”, dijo Figueroa, para quien de forma realista hay que pensar que la caída de población continuará en los próximos años a no ser que la coyuntura económica dé un giro de 180 grados.
“También hay un decrecimiento de la población al registrarse en algunos municipios más muertes que nacimientos”, destacó el demógrafo, para quien, sin embargo, la raíz de la caída poblacional está en la crisis económica, ya que la población que emigra es joven y en edad de reproducción.
Figueroa subrayó que la población que permanece ya no está, mayoritariamente, en edad de reproducción, lo que hace cada vez más difícil el crecimiento poblacional.
“Las generaciones jóvenes se sienten bien -en Estados Unidos- y no piensan en volver a Puerto Rico”, matizó el demógrafo, para quien está tendencia puede ahondar todavía más la pérdida de población.
Según dijo, estas generaciones más jóvenes que emigran no tienen el apego a la tierra que les vio nacer y no piensan tanto en el retorno como generaciones previas.
Figueroa apunta que a ello se suma la búsqueda de la reagrupación familiar, que hace que emigrar sea cada vez más atractivo para quienes se quedaron en la isla y ven cómo muchos miembros de su familia viven juntos en algún estado de EE.UU.
“Las nuevas generaciones que emigran se sienten cómodas en sus lugares de destino en EE.UU. y con mejores condiciones de vida, con lo que se reducen las posibilidades de retorno”, concluyó.
Puerto Rico atraviesa una profunda crisis económica desde hace cerca de una década, al tiempo que la carga de una deuda pública de más de 70.000 millones de dólares se ha hecho insostenible.
El Censo de EE.UU. se elabora cada 10 años, aunque esa entidad publica entre medias difunde estimaciones basadas en entrevistas y datos de natalidad y mortandad, entre otros.