Contexto

Pico y espuela al azote de María

Por: José Encarnación Martínez 


CUPEY – Víctor Aponte es uno de esos muchos galleros de Borinquen que a diario se entrega full al pico y las espuelas.

Y mire si es de los buenos, que ni María pudo darle picota a sus ganas de seguir pa’ lante en la vida, a pesar de que el fenómeno natural le llevó la casa como a otros miles de puertorriqueños. 

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Don Víctor es de Cupey. Fue carnicero por 38 años en un supermercado Pueblo del área metropolitana y hace cuatro décadas levantó su casita en el campo capitalino. 

A pesar de las necesidades que está enfrentando junto a su familia tras el paso del décimo huracán más poderoso del Atlántico, don Víctor todavía saca cría pa’ mantener ready a sus gallitos de pelea. 

El fanático de los Indios de Cleveland y de Francisco Lindor le explicó a El Calce cómo fue la cosa antes y después del temporal. 

“Los guardé aquí adentro y el ranchito, que era más viejo [que la casa] se me salvó, no se me fue. Fíjate, pa’ que tú veas cómo es la cosa. Los gallitos se salvaron y los que están afuera se defendieron por su cuenta por ahí”, contó el expelotero de la Río Piedras Goya del Béisbol Clase A. 

“Yo he sido un fiebrú de los gallos toda mi vida. Y de la pelota, muchacho. Yo jugué pa’ Cagüitas Colón”, aseguró don Víctor, quien antes del huracán contaba con 19 picos listos pal combate en la gallera de Caimito. 

La matrícula gallera del viejo no sufrió bajas durante el paso de María. Pero ahora no hay maíz y ha tenido que resolver con purina de caballos. 

“Fui a un agrocentro ahí y no había. Un saco de comida de caballos fue lo que traje y eso fue lo que les eché, porque el maíz está ahora escaso. Pa’ conseguirlo está difícil”, dijo.

Don Víctor está al día con lo que acontece en las Grandes Ligas y aprovechó para asegurarle a este corillo que la novena que comanda nuestro Paquito no hay equipo que se la gane este año en la postemporada.

“Ese es mi equipo. Lindor es el mío. Ese es mi gallo en la pelota, muchacho. En esa posta no hay quién quien me tumbe. Los Indios no pierden. Ni los Cubs, ni nadie se los ganan”, sentenció, no sin antes recordarnos que en Cupey hace falta ayuda urgente.

Allá arriba en la montaña, por donde vive don Víctor, no hay agua ni luz desde el 6 de septiembre. ¡Agua pa’ los gallos!

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